Baloncesto
Dos faltas antideportivas fulminan al Barça
Los médicos mantienen hospitalizados a casi todos los ocupantes de la patera
La Guardia Civil puso ayer a disposición judicial, acusado de tráfico de personas, a uno de los nueve argelinos que llegaron anteayer a Eivissa en una pequeña patera de tres metros sin motor. Acabó en prisión. El día en que se celebre el juicio podría ser condenado a una pena de entre cuatro y ocho años por un presunto delito de tráfico ilegal e inmigración clandestina de personas, tipificado en el artículo 318 del Código Penal. Los otros ocho están hospitalizados en Can Misses, alguno de ellos en estado más grave de lo que en principio informó anteayer el Ib Salut, aunque no se teme por su vida. Uno de los ingresados también está acusado por la Guardia Civil, ya que portaba un GPS. Una vez que reciba el alta médica, correrá la misma suerte que su compañero.
Editorial