Pleno del Ayuntamiento de Sant Josep

Sant Josep aprueba el avance del PGOU gracias a la abstención de Vox

El futuro planeamiento prevé un incremento poblacional de 10.600 personas y 4.200 nuevas viviendas

Un momento durante el pleno. | Ayuntamiento de Sant Josep

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La abstención de las dos concejalas Vox ha permitido al equipo de gobierno del PP en Sant Josep sacar adelante el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), «un documento clave para el futuro de nuestro municipio», aseguró ayer el alcalde de Sant Josep, Vicent Roig.

El nuevo planeamiento urbanístico de Sant Josep divide el municipio en seis unidades integradas (Sant Jordi-Platja d’en Bossa, Ses Salines, Cala del sur, Calas de poniente, Cala de Bou y Sant Josep) y prevé la construcción de 4.200 viviendas para un crecimiento poblacional de 10.600 habitantes. «Los tiempos políticos o personales no pueden condicionar las decisiones que afectan al bienestar de nuestros vecinos. No podemos permitir que el urbanismo se convierta en una herramienta de bloqueo ni de intereses ajenos a la planificación territorial y que nos condenen a la inacción», señaló Roig, quien añadió que este plan general «al equipo de gobierno no nos gusta al 100 %, ni siquiera al 60 %, pero es la herramienta necesaria para empezar a dar voz a los vecinos, para mejorar, para dejar atrás una etapa de demasiadas intervenciones policiales y judiciales y dudas sobre la gestión municipal. Una oportunidad para demostrar que queremos cambiar, progresar y dar respuestas a nuestros vecinos».
PSOE, Ara Eivissa y Unidas Podemos, que han votado en contra, pidieron al alcalde que dejara la aprobación de este avance del PGOU para después de que el Consell d’Eivissa diera el visto bueno a las normas provisionales, cuya aprobación conlleva una suspensión temporal de licencias «y tener seguridad jurídica tanto para nuestra administración como para los propietarios de terrenos susceptibles de modificación», apuntó la portavoz socialista, Pilar Ribas.

Josep Antoni Prats, de Ara Eivissa, aplaudió «que por fin desaparezcan los urbanizables de la costa oeste, aunque la lista de decepciones es mucho más extensa». Prats señaló que «no veo por ninguna parte el nuevo campo fútbol ni el centro cultural de Sant Jordi. Sí que veo, en cambio, el nuevo cuartel de la Guardia Civil. También calificó de «regalo con lacito» la calificación como urbanos de los terrenos de la zona sur de Platja d’en Bossa, donde se levantan varios hoteles de Palladium. «Tramitar este plan general sin las normas provisionales aprobadas implica que lo que se quiere proteger puede ser que cuando se apruebe ya no quede nada aproteger, y lo que pasa de rústico a urbano multiplique su valor provocando grandes beneficios a sus propietarios», insistió Prats.

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El portavoz de Ara Eivissa añadió: «No sé si pensar que son ustedes irresponsables porque no son conscientes de lo que están haciendo o si las cosas son más sencillas y están haciendo lo de toda la vida: poniendo las condiciones favorables para que se pueda seguir especulando sin obtener compensaciones para la población. Si es esto, serán unos dignos sucesores de Serra Escandell, de Huertas y de tantos otros. Escojan de qué lado de la historia quieren estar».

El alcalde criticó que «esta izquierda que es conservacionista dio cientos de licencias en rústico y en determinadas urbanizaciones con nombres y apellidos el momento» y echó en cara la filtración por parte de la oposición a la prensa de los detalles que se han aprobado hoy en pleno. «Ya salen planos en prensa y no ha sido este equipo de gobierno. La exposición pública ya se está produciendo. Es una vergüenza».

«Estoy muy contento de que voten en contra. En el lado del señor Guerrero, la señora Ribas y el señor Roselló no quiero estar. Lo que priorizamos es el residente por encima de la especulación, que ya hemos tenido suficiente, sobre todo en los últimos ocho años», culminó el alcalde.