Está noche Papá Noel trabajará sin descanso. Pasará horas descendiendo por centenares de chimeneas para dejar regalos e ilusión a partes iguales en la inmensa mayoría de las casas del país. Pero, antes de ello, ha querido despedirse durante la mañana de este martes de los pacientes de Ca Na Majora, en el Hall del Hospital Can Misses.
Los motivos navideños comenzaron unos días atrás. Y es que Paco Plaza, técnico de mantenimiento del hospital y un amante de la Navidad, ha desarrollado una historia por capítulos que se ha ido sucediendo en días previos. Comenzó con los renos paciendo, esperando al trineo de Santa, continuó los renos ya enganchados al trineo y ahora en el último de los capítulos, a un reno volador y que se mueve mediante motores y sistemas hidráulicos y que inicia el vuelo tirando del trineo con Papá Noel a bordo.
Así, los mayores ingresados han podido despedirse de Papá Noel antes de que este inicie su ardua tarea. Alister de 80 años, Teófilo de 66, Catalina de 78, José Luis de 81 y Margarita de 78 años han disfrutado de esta actividad acompañados del personal de Ca na Majora, -Antonio de 88 años se ha tenido que quedar en su habitación, pero también ha recibido sus regalos-.
Según ha explicado Plaza, su pasión por la Navidad le viene desde muy pequeño, cuando «ya montaba el portal de Belén por todas partes». Ha añadido, además, que «todo comenzó unos años atrás con un muñeco de nieve. Tuvo muy buena acogida con los compañeros y ha ido creciendo, hasta lo que es hoy en día».
Este es el ultimo año de Paco Plaza antes de su jubilación, así que queda la incógnita de si la magia de Navidad volverá a llenar Can Misses de cara a años venideros.
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