Imagen de archivo de uno de los festivales del International Music Summit (IMS), junto a la Catedral de Ibiza, antes de los efectos de la pandemia del coronavirus.

El tema de los DJs, la música electrónica y los festivales en Ibiza está completamente abandonado durante este verano debido a las restricciones impuestas por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus. De hecho, el sector de la música en general es el más olvidado y castigado por las consecuencias de la pandemia de la COVID-19.

«El valor de la industria de la música electrónica podría alcanzar este año los 3.300 millones de dólares, lo que supone una caída de hasta un 56% con respecto al 2019. Los clubes y festivales de música electrónica podrían perder el 75% de sus ingresos en 2020. El beneficio de los DJs y artistas podría caer un 61%, desde los 1.100 millones de dólares hasta los 400 millones de 2020», así lo explicó el Interrnational Music Summit (IMS), el festival anual de la industria de la música electrónica que se celebra cada año en Ibiza.

Este año, el festival ha sido cancelado por la crisis de la COVID-19. A través de una plataforma digital, presentaron el Informe Anual de Negocio (IMS Business Report), un documento elaborado por el analista Kevin Watson, que recoge las cifras anuales de este gremio y una visión general de las tendencias de esta industria.

El informe reveló que, antes de la pandemia, los beneficios de los mejores artistas aumentaron un 4%, los ‘clubbers' contribuyeron a la economía de la isla con 500 millones de euros y la industria incrementó en 100 millones de euros, en comparación con el 2018.

Después del coronavirus, artistas, tours managers, promotores, dueños de clubs, relaciones públicas, ingenieros de sonido, fotógrafos… fueron muy afectados «seriamente y a largo plazo», según los expertos.

El documento contabiliza que, desde abril, han sido unos 350 festivales de música electrónica los que se cancelaron, perjudicando a más de 9 millones de fans.

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«Todos los bolos suspendidos»
El DJ de Ibiza Global Radio, Miguel Garji, tenía unos ocho bolos convocados alrededor de varias ciudades europeas y le han suspendido todos. «Hoy en día la música electrónica ha quedado únicamente para amenizar el ambiente, para acompañar, sólo se escucha de fondo», declaró para Periódico de Ibiza y Formentera.

Ahora mismo, los únicos eventos a los que asisten los DJs de la isla son eventos convocados en locales y restaurantes, aunque la gente sólo se sienta en la mesa y escucha música ‘calmada' de fondo para acompañar las copas, ya que la música no puede incitar al baile.

El futuro de los festivales, teniendo en cuenta las medidas de seguridad, se presenta incierto. «Hay mucha incertidumbre porque no te dejan bailar», según informaron fuentes de Ibiza Global Radio.

La normativa establece que los bares de copas solamente pueden estar abiertos hasta las 02:00 horas de la mañana, por ello, «es un tema peliagudo».

Los turistas que cada año visitan Ibiza, conocida como ‘la isla de la fiesta', vienen para disfrutar de los mejores DJs y de las mejores salas del mundo, por esta razón «Ibiza es el lugar del mundo con más limitaciones para la música electrónica».

«No todo son efectos negativos»
No todo todos los efectos de la pandemia son negativos, un punto positivo es que, gracias a diversas plataformas digitales y las redes sociales para hacer sesiones en directo, la industria de la música electrónica consiguió 127 millones de visitas y obtuvo recaudaciones de hasta 3,6 millones de dólares para obras caritativas. «En mayo de 2020, 7 de las 10 retransmisiones de música más vistas en Twitch fueron de música electrónica, con un total de 6 millones de horas de audiencia», recalcó Watson, en un debate moderado por la editora de Billboard Dance, Katie Bain.

Los expertos también destacaron que las sesiones en directo online supusieron un aumento en los seguidores de Instagram de los artistas.