Vivian Alaniz, madre de Agustín, explica la situación que está viviendo su hijo al sufrir ‘bullying’. | Daniel Espinosa

«Estando el protocolo activado, lo que significa que el instituto tiene que velar por la integridad física y mental de mi hijo, volvieron a agredirle en el recreo», denuncia Vivian Alaniz, madre de Agustín, al tiempo que matiza que esta nueva «agresión» ha sido calificada por el centro de caso puntual.

Como ya contábamos hace unas semanas en este periódico, Agustín, a sus 12 años, ha sido víctima de acoso escolar por parte de algunos compañeros durante los últimos tres años. Por ello, tanto su colegio de primaria como el instituto en el que estaba cursando, hasta el día de ayer, primero de la ESO, activaron el protocolo de acoso escolar ante los repetidos abusos.

Una situación que llegó al límite hace apenas diez días cuando sufrió un nuevo ataque. Este incidente sucedió justo el mismo día en el que Alaniz se reunía con el director del instituto para conocer el resultado de la investigación después de que, días antes, pusieran en marcha el protocolo. «Dos horas antes de la reunión le dieron un golpe en la cabeza con lo que supone eso sufriendo epilepsia», cuenta la madre mientras confirma que su hijo no fue quien le contó lo sucedido. «Me enteré gracias a los cuatro ‘niños policía' que habían puesto en el centro para vigilarle. Ellos vieron cómo le pegaron y se lo contaron al director».

A raíz de este nuevo suceso y al no recibir el apoyo esperado por parte del profesorado, Alaniz se puso en contacto con la Asociación de Acoso Escolar de Ibiza y Formentera. Fue su presidenta, Isabel Ronda, quien le recomendó un nuevo centro en Vila para que el menor pudiese seguir estudiando. Alaniz, por su parte, no se lo pensó dos veces. «Cuando hablé con la inspectora de Educació me dijo que ella aceptaría el cambio de centro siempre y cuando constara, en todo momento, que era por una falta de confianza por mi parte, no porque hubiese acoso ni nada de eso. Por supuesto, yo no estuve de acuerdo», explica.

Así, con ganas, pero con los nervios propios de empezar en un sitio diferente, Agustín afrontaba ayer su primer día en el nuevo instituto. «Está esperanzado con la idea de que el cambio es bueno para él y que, a partir de ahora, todo va a ir a mejor», dice Alaniz. Y es que, el nuevo centro conoce la situación del menor y han asegurado a la familia que, entre todos, van a luchar por solucionar el problema. «En el otro instituto ni siquiera se han interesado más, ni nos han llamado. Solo querían que volviéramos para hacer una entrevista y volver a activar el protocolo, pero les dije que no. Si el niño ya no va a seguir en ese centro para qué hacerlo».

«Hasta el final»

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Al cambio de instituto, se suma una denuncia en la Policía contra los agresores. «La puse porque el instituto no había tomado las medidas necesarias y, aunque sé que quedará archivada porque ningún juez al ser menores de 14 años la va a tramitar, quedará en los antecedentes de estos niños», puntualiza Alaniz quien asegura haber estado en contacto también con la directora de convivencia de Mallorca al considerar que se han cometido «muchos errores» en el caso de su hijo.

Entre estos errores, Alaniz destaca confusiones en las fechas del informe. «En el informe pone que tuvimos sesiones con un psicólogo en marzo, abril y mayo y en el centro pone que fue en enero. No coincide nada», critica. «Incluso desde Educación me dicen que está todo bien, que se ha hecho todo el trabajo correctamente, pero dudo que sea así cuando se activa tres veces el protocolo. Algo no está funcionando bien». Además, la madre del menor asegura que no hay ningún documento firmados por ella. «La inspectora del caso no tiene ni la mitad de los documentos y dicen que están archivados en el colegio. Parece como si el problema lo hubieran arreglado entre ellos mismos».

Ante esta situación, Alaniz asegura que va a llegar «hasta el final» con el caso de su hijo y se muestra confiada ante el nuevo cambio de centro en el que espera que no se repitan los mismos hechos. «Sé que mi hijo es más sensible que el resto, pero espero que pueda relacionarse con gente de su edad y hacer un grupo de amigos», explica.

LA NOTA

Tolerancia cero al bullying

La delegada territorial de Educació, Margalida Ferrer, se ha hecho eco del caso de Agustín y asegura que están trabajando en ello desde que se abrió, por primera vez, el protocolo. «Según hemos podido comprobar, la madre está incluso más angustiada que el niño porque no ha habido ninguna agresión fuerte, sí algún insulto y molestia», explica. En este sentido, dice que desde el Instituto Para la Convivencia se han pedido todos los informes, al centro de primaria y al de secundaria, así como las acciones que se han llevado a cabo para seguir pendientes del caso y que no vuelva a repetirse. «Nosotros hacemos lo que toca según los protocolos que están abiertos. Puede pasar que se nos escape algo y, aunque hay vigilancia, en algunos casos hay que extremarla más», puntualiza Ferrer.

Aunque en un principio desde Inspección y desde el centro eran partidarios de que el menor permaneciese en el instituto, ante la insistencia de su madre le permitieron el cambio. «La madre no está sola, se está actuando. Es un tema que nos preocupa a todos y ante el que tenemos tolerancia cero, pero hay que tener confianza y no generar una alarma social».