Su espacio se titula Dieta Mediterránea y comenzó a emitirse el pasado día 1 de julio. Para la chef, que se define como «alérgica a las cámaras» fue una experiencia «muy intensa» porque además tuvo que dejar solo a su equipo «con platos nuevos y una responsabilidad añadida» . «Me costó muchísimo, he pasado unos días de muerte pero he contado con un equipo profesional excelente que me ayudó muchísimo en cuanto a tiempos y a recibir directrices por el pinganillo», aseguró la cocinera a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA.
Platos clásicos
Ana Jiménez, después de esta experiencia reconoce que «nunca me presentaría a un Masterchef», asegura que ha vuelto «a admirar a mi querido Arguiñano por lo bien que lo hace en su programa» y confirma haber comprobado «que lo difícil es conseguir que al público no solo le guste tu receta sino tú mismo comunicando».
En los 22 programas Formentera está presente con platos clásicos, pero al estilo de Ana, como la ensalada pagèsa o los calamars a la bruta. «Me llevé en la maleta peix sec y biscuit para que todo saliera perfecto y les encantó», confirma con una sonrisa. En este sentido, sus 44 recetas se centraron en primeros y segundos, «muy veraniegos, con cremas de verduras, sopas frías u otros como la frita de polp o uno de nuestros platos que triunfa en Can Dani, la merluza con crujiente de jamón».
El reparo de Ana ante lo mediático se volvió a demostrar durante el día de emisión de su primer programa,. «Todos los compañeros cenaron ante la tele menos yo que solo vi dos segundos y hui a comer a la terraza», asegura mientras confirma que todos los que vieron el programa la «bombardearon» con mensajes para felicitarla y decirle que «parece que lo has hecho toda la vida».
Ahora, una vez pasada «esta movida», Ana Jiménez y sus equipo siguen ofreciendo lo mejor de sus fogones en Can Dani, en su primera temporada con una estrella Michelin.
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