En la primera parte, ambos equipos se mostraron faltos de ideas en ataque. Tanto unos como otros estaban bien plantados en el terreno de juego y eso hacía que las defensas se impusieran constantemente a los ataques.
La primera aproximación de tímido peligro se produjo a los 11 minutos, en un cabezazo de Marc Mas muy desviado. En el ecuador, Pepe Bernal chutó desde la frontal sin colocación ni potencia y la pelota la atrapó Pulido sin problemas.
Del conjunto catalán no había noticias en ataque. Sin embargo, cuando las hubo no fueron precisamente positivas para los ibicencos. En el minuto 32, una mala salida de Isma Gil permitió a Pascual marcar prácticamente a placer. Jarro de agua fría para los pitiusos, que veían cómo se complicaba un encuentro donde el gol se pagaba muy caro.
Los locales achucharon en la recta final, pero con más corazón que cabeza. Pol Ballesteros probó un disparo de rosca en el minuto 39, pero la pelota se marchó fuera. Ya en el descuento, Marc Mas se inventó una chilena en la frontal, pero el esférico no tomó rumbo a puerta, llegándose al descanso con el 0-1 en el marcador.
El Cedé, que salió al campo con el cambio de Barrero por Villar, salió dispuesto a buscar el empate. Avisó Juan Antonio con un débil remate de cabeza, pero quien de verdad tuvo la igualada fue Marc Mas en un testarazo que el cancerbero rechazó a córner.
Perdonó el equipo de Marcos Contreras y lo acabó pagando. Priego marcó un golazo en el minuto 58 con un zapatazo lejano que entró como un misil junto al palo izquierdo de Isma Gil. El Manresa puso así tierra de por medio y la dificultad de la empresa se multiplicaba para el CD Ibiza.
El cuadro rojillo no encontró la forma de hacer daño a su rival. Con la entrada de Imanol ganó más verticalidad. Estuvo cerca de recortar distancias en un pase de la muerte de Marc Mas que no encontró rematador y en un centro-chut de Imanol que el meat despejó a córner. Finalmente, Iker Hernández redujo distancias de cabeza tras un centro de Llario.
Quedaba siete minutos por delante y el Cedé insistió sobre la portería rival. Iker estuvo a punto de empatar en dos ocasiones, pero no alcanzó la pelota en el segundo palo por muy poco ni en el 86 ni en el descuento. Así pues, el CD Ibiza hincó de nuevo la rodilla y la permanencia empieza a parecer una misión imposible.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
No se asoma, está en el abismo.