Sufrió mucho el Sant Antoni en los dos primeros cuartos del duelo, frente a un Cornellà que jugó unos veinte minutos iniciales muy buenos. Los catalanes percutieron el aro del bloque local, aprovechando también la fragilidad defensiva y la baja puntería de los de Portmany, a los que se les notó fatigados. Con una muy buena selección de tiro, unida a un destacado acierto en los lanzamientos de dos (60 %) y con cinco triples anotados, el Cornellà fue poco a poco marchándose en el marcador.
En estos dos primeros cuartos, el Sant Antoni sólo fue por delante en el electrónico tras el triple inicial de Pau Carreño. A partir de ahí, el Cornellà tomó el mando del choque. Los visitantes se fueron mandando de 10 tras el primer cuarto (11-21), y en el segundo acto siguieron haciendo mucho daño a un bloque ibicenco que intentó no perder demasiada comba. Los barceloneses llegaron a ir dominando de 17 puntos (26-43, tras dos tiros libres encestados por Carrasco). Pero un mate de Laron Smith, tras asistencia de Lucas Antúnez, sacó el orgullo del Sant Antoni, para fijar el 28-43 con el que el encuentro se marchó al descanso.
En el tercer cuarto, el Sant Antoni dio una lección de coraje, implicación y lucha. Lo que parecía un imposible empezó a ser factible, ya que los baleares secaron al Cornellà y casi le dieron la vuelta al marcador. Grimau y Bilalovic se echaron el equipo balear a las espaldas, pero Carrasco y Arqués hicieron lo propio con los suyos cuando peor lo estaban pasando y los visitantes salieron con vida (51-54).
Parecía que el Sant Antoni podría culminar la remontada en el último cuarto. El equipo ibicenco fue poco a poco escalando hasta empatar el choque (57-57) con una canasta de dos de Grimau. Se volvió a ver una nueva igualada (59-59), pero el Cornellà no se amilanó. Siguió a lo suyo y abrió una primera brecha de cuatro puntos con una canasta de Arqués cuando quedaban poco menos de cinco minutos. Podía pasar de todo aún, pero los visitantes empezaban a gestar su asalto.
El Cornellà gestionó mucho mejor el último tramo del partido, superando incluso la presión del ambiente, para irse de diez puntos. Una canasta de Isaac Mayo rubricó esa renta que era un tesoro para los visitantes cuando quedaban dos minutos (63-73).
Un triple de Grimau y dos puntos de Bilalovic pusieron la emoción (68-73), pero los catalanes jugaron muy bien sus últimas bazas para acabar asaltando Sa Pedrera. A pesar de la derrota, el público despidió a los de Portmany con una gran ovación final. La próxima cita será el miércoles en la pista del Bueno Arenas Albacete Basket.
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