El primer susto y vaya susto lo dio el Ebro. Eder ganó la espalda de los centrales y encaró a Marcos Contreras. El portero aguantó bien y consiguió desviar el balón con el pie. El rechace le volvió a Eder, pero Barnils estuvo rápido para alejar el esférico. Los aragoneses se gustaban y jugaban bien al fútbol, así llegó su segunda gran oportunidad. Oier recibió un balón en profundidad y tras superar a Marcos con un disparo raso, el balón se estrelló en el palo. Sufría el Cedé.
La primera de los ibicencos llegó en un balón parado en el minuto 20. Jaume Villar peinó el cuero en la corta y Julen no llegó por poco en el segundo palo. Parecía que los rojillos se iban quitando la presión y, poco a poco, crecían sobre el terreno de juego.
El encuentro entró en una fase en la que el Ebro quería tener la pelota y progresar tocando y el CD Ibiza mordía y era más directo. El partido estaba bonito y aunque cualquiera de los dos podía adelantarse, parecía que estaba más cerca el gol ibicenco. Marquitos y Juan Delgado ganaban todas sus acciones, pero no terminaba de llegar un buen último pase. Así se llegó al descanso, con buen fútbol, pero sin goles.
Dominio ibicenco
Tras el paso por vestuarios, los de Raúl Garrido salieron a tener la pelota y en los primeros compases se hicieron con el centro del campo y con el dominio del juego. Las tornas habían cambiado y era el Ebro el que se mostraba más vertical cuando robaba.
El monólogo del Cedé se convirtió en gol en el 59. En una buena jugada por banda izquierda, el esférico le llegó a Bengoechea que puso un centro medido para que Juan Delgado acudiese a su cita semanal con el gol. El ariete que lleva cuatro en cuatro partidos aprovechó el caramelo que le puso su compañero para poner la cabeza y superar a Eduardo, que no tenía nada que hacer.
El gol hizo daño al Ebro y espoleó a los ibicencos que pudieron matarlo en una contra conducida por Marquitos, pero erró el último pase. Poco después fue Javi Serra el que la tuvo en una acción rápida, pero su disparo fue sencillo para el portero. Lo mismo que el chut de Marquitos que recibió un pase en el corazón del área. La situación era inmejorable, pero le faltó fuerza al lanzamiento. El CD Ibiza perdonaba la vida a los aragoneses.
En el 75, Eduardo salvó al Ebro con una gran parada tras una buena acción de Ramón López, que acababa de entrar. El atacante bajó un balón llovido y se sacó un gran disparo que encontró una mejor respuesta del portero.
El Ebro estaba con vida y en el 84 se cobró el perdón de los de Vila. En una falta lateral, el balón voló al área. Marcos Contreras salió a despejar de puños, pero lo hizo de manera defectuosa. La pelota le cayó a Abel que no desaprovechó el regalo para marcar el empate a portería vacía.
Raúl Garrido se quejó de esta acción amargamente pues había intentado realizar dos cambios para defender esa jugada, pero el linier interpretó que estaban perdiendo tiempo y decidió no autorizar las sustituciones.
Con el empate en el marcador, los aragoneses jugaron la recta final con uno menos por la lesión de Valdés. Aún así tuvieron una gran oportunidad de adelantarse. Eder se elevó para rematar de cabeza, pero se encontró con una gran intervención de Contreras que se redimió de su error anterior. Paradón. Si Contreras estuvo sensacional, no se quedó atrás Eduardo en la acción posterior para sacar una gran mano a Delgado, tras una buena jugada colectiva.
En el descuento, los locales se quedaron con 10 por expulsión de Barnils. Fue lo último que pasó en un encuentro en el que los dos equipos se repartieron los puntos. El CD Ibiza fue mejor en el segundo tiempo y en el cómputo general del encuentro, pero pagó los errores en los dos áreas.
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