En la declaración jurada de 15 páginas, fechada el 19 de enero, Virginia Roberts asegura que el empresario millonario Jeffrey Epstein, condenado por prostitución de menores, la obligó a tener relaciones sexuales «varias veces» con el duque de York, a quien ella llamaba con familiaridad «Andy».
Esta declaración jurada se une a la denuncia formal ya presentada en el mismo tribunal contra Epstein, que fue condenado en 2008 por prostitución de menores y puesto en libertad tras cumplir 13 meses de cárcel.
Además, los abogados de Roberts presentaron este miércoles ante el mismo tribunal de Florida una carta, fechada el 14 de enero, en la que solicitan al príncipe Andrés que conteste bajo juramento a las acusaciones que pesan contra él.
Un portavoz del Palacio de Buckingham reiteró este jueves en Londres que las acusaciones son «falsas y sin fundamento», y subrayó que no hay nada que añadir a los desmentidos realizados cuando el caso salió a la luz el pasado diciembre.
En su declaración de esta semana, Roberts hace un relato pormenorizado de su iniciación como «esclava sexual» y sus encuentros con el hijo de la reina Isabel II, de quien dice que sabía que ella tenía 17 años cuando tuvieron relaciones sexuales por primera vez, en una mansión propiedad del pederasta Epstein en Londres.
En esa ocasión, «fuimos al cuarto de baño y al dormitorio y tuvimos relaciones sexuales. Después, 'Andy' se fue rápidamente con su seguridad», declaró la mujer de 31 años, que reitera que tenía 15 años cuando Ghislaine Maxwell, hija del malogrado millonario británico Robert Maxwell, la llevó a la mansión de Epstein en Palm Beach, en Florida.
Por aquellos primeros servicios sexuales a Epstein, en 1999, recibió la cantidad de 200 dólares.
«Nací en Palm Beach. Cuando era pequeña me encantaban los animales y quería llegar a ser veterinaria. Pero mi vida tomó un rumbo muy diferente cuando los adultos se interesaron en tener sexo conmigo», comienza la declaración de Roberts, llena de nuevos detalles y presentada esta semana en un tribunal del distrito sur de Florida.
Los documentos incluyen varias fotografías de Roberts, entre otras la comprometedora foto con el duque de York pasándole la mano por la cadera, que tomó Epstein. En segundo plano, con un jersey blanco de cuello alto, aparece la «madame», Ghislaine Maxwell.
Roberts detalla que, al día siguiente del encuentro sexual con el príncipe Andrés, tuvo que contar a Epstein aspectos tan íntimos como la afición fetichista del duque de York por los pies.
La segunda vez, según afirma, recibió de Epstein a cambio de este servicio unos 15.000 dólares.
La tercera vez que Roberts mantuvo relaciones sexuales con 'Andy', de acuerdo con su versión, fue en una orgía que se organizó en las islas Vírgenes estadounidenses, cuando ella tenía 18 años, junto con otras ocho chicas que «parecían ser menores de 18 años» y no hablaban inglés.
La reciente declaración del Palacio de Buckingham, en la que niega las acusaciones de Roberts, es «falsa e hiriente», dice la mujer, que reitera: «He tenido relaciones sexuales con él (el príncipe Andrés) y las he descrito aquí bajo juramento».
Asimismo, niega que haya tenido ningún tipo de encuentro íntimo con el expresidente estadounidense Bill Clinton en la isla de Saint James: «Clinton estaba presente en la isla en el momento en que yo estaba también, pero nunca tuve relaciones sexuales con él ni nunca le vi tener relaciones sexuales con nadie», afirma.
A continuación explica que ha pedido a sus abogados que «utilicen todos los medios razonables y legítimos para presentar cargos penales contra estas poderosas personas (que cita en la declaración jurada) por los delitos cometidos contra mí y otras chicas».
Desde que presentó su declaración, la mujer señala que su «credibilidad ha sido atacada», pero que estos ataques no entorpecerán su compromiso de «exponer la verdad de cómo fue objeto de tráfico sexual para mucha gente poderosa».
De esta manera, quiere ayudar a que se sepa cómo opera el «tráfico sexual» y evitar que otras chicas sufran el mismo tipo de «abuso y degradación» que vivió.
«Declaro bajo pena de perjurio que lo dicho es verdad y correcto», concluye la declaración de la estadounidense.
1 comentario
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Desde luego deleznable actuación de semejante personaje; ahora bien, por qué esperar tantos años a denunciarlo?