La totalidad de los cuadros, pertenecientes a su colección Existió, cuentan con medidas que van desde los 55x78 a los 99x80 centímetros, y están a la venta con precios entre los 4.500 y los 7.000 euros. En la inauguración, el maestro Palomo Linares aseguró que «cuando uno presenta una exposición siempre resulta una experiencia totalmente nueva, emocionante y muy enriquecedora. Para mí supone una gran ilusión venir a Eivissa, una isla que he visitado en muchas ocasiones, y poder mostrar aquí una parte de lo que es mi obra pictórica para que se conozca».
«Toda mi vida ha girado en torno a la creación artística, unas veces como torero y otras como pintor. Siempre he sentido una gran inquietud por las artes plásticas, llevo toda mi vida pintando y haciendo exposiciones desde hace 49 años. Mi obra ha estado siempre muy influenciada por el arte del toreo, pero he intentado también experimentar y aprender con otros temas y estilos plásticos, como es el caso de esta colección, en la que presento un estilo basado en el surrealismo y en la abstracción», indicó el autor.
En cuanto a la paleta de colores empleada en sus cuadros, en los que se aprecia un cierto predominio de plateados y dorados, Palomo Linares explicó que «son también un reflejo de los trajes de luces» y que por eso «tienen mucho que ver conmigo». Así para el jienense «la plata, especialmente, forma parte de mi subconsciente, de mis vivencias y de mis raíces más profundas porque mi padre fue toda su vida minero en una mina de plomo y de plata, porque cuando fui torero siempre me gustaba vestir en plata y porque mis raíces artísticas son el toreo y la pintura».
Por su parte, el empresario Abel Matutes, admirador de la obra de Palomo Linares y anfitrión de la muestra en el Ushuaïa Tower, destacó que «Sebastián era un verdadero maestro toreando en los ruedos y ahora es un verdadero maestro pintando». Además, aseguró que ya hace casi medio año visitó otra exposición suya en Madrid «y quedó realmente muy impresionado»
La inauguración de la muestra estuvo amenizada con los acordes del saxofonista, compositor y pianista Rolfi Calahorrano, músico resiente del Hard Rock y de Ushuaïa, que consiguió crear con su interpretación una atmósfera acogedora e íntima, muy propicia para deleitarse con el quite artístico del maestro Palomo Linares. Un brindis a la magia del arte del lienzo y del pincel, al percal y al estoque, que como dirían los taurinos: «¡va por todos ustedes!».
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
El toreo no tiene nada de arte, más bien crueldad innecesaria y asesinato de seres inocentes. No nos equivoquemos.
Como torero no sé como calificarle maestro, pero como pinturero desde luego es usted malísimo como la copa de un pino. ¡Ala, a disfrutarla! Pol favor no se engañen a sí mismos estimados lectores, no hay nada, si quieren comprar una de esas obras, compren al peso, pues no son nada, rien, una estocada en las gónadas.