Se trata, según explicó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, el propio protagonista, de una colección de 14 cuadros en los que se podrá ver hasta el próximo 1 de septiembre una variante «más asiática y dorada y plateada» de su estilo, caracterizado por la abstracción con un punto de surrealismo. «Son obras en las que el color y el movimiento son protagonistas a partes iguales y en las que sobre todo he intentado transmitir una amplia carga de energía positiva», explicó el artista andaluz.
Además, Palomo Linares, que empezó a pintar de forma autodidacta antes incluso de ser torero, formándose posteriormente con artistas de la talla de Botero, Manuel Viola o Alejandro Obregón, aseguró que con ésta, al igual que con todas sus exposiciones, pretende que sea el propio espectador el que saque sus conclusiones. «No me gusta dar todo hecho sino que cuando alguien se ponga delante de uno de mis cuadros le dé vueltas a lo que ve, lo analice y después se vaya a casa con lo que le haya inspirado, sea bueno o malo», comentó el protagonista de la muestra Existir.
Amplia carrera
De padre minero, Sebastián Palomo Linares, nombre artístico de Sebastián Palomo Martínez, vivió una infancia llena de carencias en la España de la posguerra. Fue aprendiz de zapatero hasta que, tras acudir desde los ocho años a tentaderos y capeas, el 20 de julio de 1964 fue anunciado por primera vez en la Plaza de Vista Alegre de Madrid como aspirante a torero en una novillada de concurso. Recibió la alternativa en Valladolid el 19 de mayo de 1966 con Jaime Ostos de padrino y Mondeño de testigo y desde entonces, fue un matador de éxito, toreando incluso en Eivissa «cuando había plaza y las ferias se hacían los lunes». Su mayor triunfo le llegó el 22 de mayo de 1972 cuando en Las Ventas cortó el primer rabo de toro que se cortaba en Madrid en los últimos 37 años.
Sin embargo, desde hace años se ha centrado en la pintura. Su peculiar estilo es reconocido en todo el mundo y tras su primera exposición en Colombia hace 49 años ha llevado a cabo más de 50 muestras individuales nacionales e internacionales y ha participado en una decena de ferias internacionales de arte. «La pintura siempre ha sido una de mis grandes ilusiones pero cuando empecé jamás pensé que pudiera llegar tan lejos, así que, por eso y por otras muchas cosas más, Dios y la vida han sido muy generosos conmigo», resumió el jienense.
En este sentido, Sebastián Palomo Linares comparó los dos artes a los que más tiempo ha dedicado en su vida. «No te sabría decir cual de los dos, si el toreo o la pintura, son más difíciles, porque si te digo la verdad ponerse delante de un lienzo en blanco con un pincel impresiona lo mismo que colocarse delante de un toro», bromeó. Y es que, según sus palabras, «con los dos hay que tirar de agallas, concentrarse mucho, relajarse, respirar profundo y esperar que lleguen las musas».
LA CITA
Exposición. La muestra ‘Existir' de Sebastián Palomo Linares se podrá ver en el vestíbulo del hotel The Ushuaïa Tower y en el acceso al restaurante Montauk Steakhouse hasta el próximo 1 de septiembre.
1 comentario
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el trazo de la obra me gusta mucho, pero al marco dorado hay que darle de comer aparte ya que jode la pieza.