Dulce caminar para mecer a su Ecce Homo

1 de 2 | Dentro de unas semanas, la cuadrilla de costaleras del Ecce Homo, portarán la sagrada imagen de su titular por las serpenteantes calles de Dalt Vila, tanto el Lunes como el Viernes Santo. Foto: TONI ESCOBAR | Toni Escobar

2 de 2 | Ataviadas bajo el morado y el negro, los colores representativos de la máscara y la túnica de su cofradía, dentro de unas semanas, la cuadrilla de costaleras del Ecce Homo, portarán la sagrada imagen de su titular por las serpenteantes calles de Dalt Vila, tanto el Lunes como el Viernes Santo. Foto: TONI ESCOBAR | Toni Escobar

R.J. DomínguezEivissa11/03/15 0:00

Fundada el 1 de junio de 1890, la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio camina estos días con paso solemne hacia sus 125 años de historia. Un aniversario que supone un aliciente más para sus cofrades de cara a esta Semana Santa. Especialmente emotivos son estos días para el decidido grupo de mujeres que, desde no hace muchos años, carga en andas desde la Parroquia de Santo Domingo con la sagrada imagen del Ecce Homo. Ellas son Lina, Encarna, Alba, Paquita, Antonia, Estela, Cristina, Josefa, Carmen, Ana Belén, Joaquina, Fany y María. Sus edades van «desde la veintena hasta los más de 65 años, pero todas se esfuerzan y trabajan del mismo modo», aseguró Miguel Barnosi Bufí, capataz y guía del paso. Llevan ensayando puntualmente desde la primera semana de febrero, poniendo toda su devoción y mucho entusiasmo, acompasando con disciplina la cadencia de sus pies, para que el día de la procesión luzca con esplendor la imagen del Ecce Homo.

La más veterana, Lina Juan, es la única que queda del grupo original que salió por primera vez. Es la voz de la experiencia entre sus compañeras, aunque ella se considera «una más entre todas». Lo más importante, comentó «es la imagen de Cristo que llevamos, no quienes la llevan, si son hombres o mujeres, eso al final da igual».

Cristina García aún no sabe lo que es sacar la imagen del Ecce Homo a la calle. Es una recién llegada y, con sinceridad, destacó que «aquí se vive una experiencia muy bonita y de la que se puede aprender mucho».