Tres médicos de la prisión comprobaron las constantes vitales del preso, informa El Comercio, confirmando que no tenía signos vitales.
Tras introducir el 'cadáver' en una bolsa, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Oviedo para la realización de la autopsia. Allí fue donde, tras percibir unos ruidos, los forenses descubrieron que Montoya seguía vivo.
El hombre de 50 años fue encontrado inconsciente en su celda del centro penitenciario de Asturias. Primero fue examinado por dos médicos del penal, con una larga trayectoria profesional, certificaron su fallecimiento y posteriormente lo hizo un tercero, médico forense de la comisión judicial. Fuentes próximas al caso han indicado que podría tratarse de un caso de catalepsia.
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