Los heridos siguen en estado grave

Las víctimas, una mujer de 37 años y un hombre de 36, fueron atendidos en un primer momento en el hospital de Can Misses pero a media tarde del domingo fueron evacuados al hospital La Fe de Valencia.

Gloria Server tenía cerca del 75 por ciento de su cuerpo quemado, mientras que su marido, Ángel Garrigós, de 36 años, sufrió quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo.

Ayer, el padre de Ángel, quien también se vio afectado por la deflagración y posterior incendio, se trasladó a Valencia. La explosión y posterior incendio le causó quemaduras en su brazo izquierdo.

Paralelamente, la Policía Judicial de la Guardia Civil sigue investigando las circunstancias en que se produjo la explosión que causó una gran alarma en el puerto deportivo Marina Ibiza.

Según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil, se mantienen varias líneas de investigación. Una de las hipótesis es que la deflagración se produjo por algún contacto entre el suministrador de combustible y el motor de la embarcación que estaría todavía caliente, ya que el barco acababa de llegar tras una larga travesía desde Oliva.

Otra hipótesis apuntaría a una posible chispa perdida de una moto acuática que estaba junto a la embarcación en el momento del accidente.

El barco Ángel y Sara, de 7 metros de eslora, estaba repostando en la gasolinera de esta marina deportiva cuando, por causas que aún se desconocen, se incendió y explotó.

Los bomberos, al llegar al escenario del accidente, encontraron el barco a la deriva cerca del surtidor de combustible. Tras conseguir amarrarlo procedieron a apagar el fuego y, finalmente, cuando la embarcación se enfrió se hundió.

Además de los dos heridos graves, la explosión causó heridas a otras tres personas con quemaduras menos graves e intoxicación por humo. Entre ellos se encontraba el padre de los heridos y otro joven que les acompañaba en la moto acuática.