Policía Local y Guardia Civil intentaron sofocar el incendio. Foto: CARLOS BOSCH
Una bomba rural y cinco bomberos acudieron ayer a Can Puig, en el municipio de Sant Antoni de Portmany para apagar una quema que se había descontrolado. La propietaria de la casa estaba quemando unas ramas porque se pensaba que las hierbas del suelo estaban verdes y que no pasaría nada pero, según parece, debajo de la hierba verde estaba todo muy seco y prendió rápidamente. Los primeros en acudir fueron la Guardia Civil y la Policía Local que con la ayuda de un vecino intentaron sofocar el fuego hasta que llegaron los bomberos y refrescaron con agua la zona acabando de apagar el pequeño incendio. El fuego tuvo lugar a las 19.00 horas y se quemaron un total de 300 metros cuadrados de terreno.
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