Según explicaron desde el Ayuntamiento, el arresto se produjo el pasado 5 de abril, después de que el hombre chocara contra un colegio y atacara a los agentes de la Policía Local, uno de los cuales sufrió abrasiones y un esguince en la mano.
Los hechos comenzaron a las 3,00 horas cuando varios agentes, que circulaban por la carretera de Santa Eulària a la altura de una gasolinera, observaron a un vehículo que apagó las luces y se dirigió hacia una zona determinada, lo que despertó sus sospechas sobre el mismo e iniciaron un seguimiento del vehículo que no tardó en alcanzar gran velocidad.
Los agentes comprobaron que el detenido se dirigía después hacia Sant Joan a gran velocidad. En ese momento comenzó la persecución policial, ya que el detenido ignoró las órdenes policiales y llegó a conducir a 170 kilómetros por hora en un tramo donde lo máximo permitido son 60 kilómetros por hora. Incluso, estuvo a punto de provocar varios accidentes a otros conductores.
Al tratar de esquivar a los policías, el conductor se dirigió a Sant Llorenç y debido a la gran velocidad del vehículo, se estrelló contra el colegio público Torres de Balàfia, y tras el choque no cesó en su huida.
Al ser interceptado por un agente, su gran corpulencia evitó que el policía le bloqueara y, al caer, el detenido le pisó una mano causándole varias lesiones al agente. Un segundo policía le pudo reducir y detener finalmente.
En un registro posterior, se le intervinieron cinco bolsas con cocaína.
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