Imagen de los 17 acusados sentados en el banquillo en el momento de comenzar la vista oral. Abajo, de camino al juzgado. | Alejandro Sepúlveda

Los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia Provincial han condenado a penas que oscilan ente los cuatro y los seis años de prisión a los 17 acusados que se sentaron en el banquillo en el marco de la bautizada como operación Sepi, un trabajo contra el tráfico de drogas en la Isla y otros lugares del país que desarrollaron a lo largo de 2012 los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa.

El pasado 10 de marzo, el primero de los días de este macrojuicio que se celebró en Mallorca, los magistrados rechazaron la petición de los abogados defensores para que se declararan nulas las escuchas telefónicas practicadas por los investigadores de la Guardia Civil de Eivissa en esta operación, en la que se llegó a detener a 29 personas por presunto tráfico de drogas. Para reclamar la nulidad de las escuchas, los abogados adujeron que la autorización de las mismas no estaba suficientemente motivada y que se basaron en información confidencial. Sin embargo, los jueces rechazaron los argumentos y dijeron que, en cualquier caso, se pronunciarían sobre este tema en la sentencia, algo que ya han realizado con las condenas de todos y cada uno de los acusados.

De esta forma, los jueces han condenado a un grupo de narcotraficantes basándose principalmente en las informaciones obte nidas gracias a las escuchas telefónicas.

Entre los condenados hay personas de varias nacionalidades. Además de españoles, hay colombianos, marroquíes y rumanos. La mayor parte fueron detenidos en Eivissa, pero los agentes del EDOA también practicaron detenciones en Valencia, Alicante, Toledo, Zaragoza y Ciudad Real. De hecho, dos de los acusados fueron detenidos en una gasolinera alicantina cuando se dirigían a Barajas a tomar un vuelo a Bogotá.

De los 29 detenidos, 20 estaban presuntamente relacionados con Sant Antoni. Con la finalización de esta operación, la Guardia Civil dio por desarticulados dos grandes grupos de traficantes que operaban en Eivissa y en otras partes del país.

Dos de las últimos detenciones fueron hombres de nacionalidad marroquí a los que se acusa de suministrar droga, cocaína y hachís, principalmente, en locales de alterne de la Isla, pero en especial en el barrio de ses Figueretes.