El Ministerio Fiscal tiene pensado imputar un delito de asesinato consumado y pedir una pena de quince años de prisión para J.A.C.T, el joven pirómano que el 29 de octubre de 2011 provocó el incendio en la calle Agapito Llobet de Eivissa en el que murió María Victoria Pons Aguiló.
Además, la representante del Ministerio Público exigirá que el acusado indemnice con 150.000 euros a la hija menor de la fallecida y en cantidades que aún están por valorar a los propietarios e inquilinos de dos de las viviendas que resultaron afectadas por el fuego.
Si la primera de las opciones no fuera aceptada durante la vista oral la fiscal encargada del caso ha propuesto otra pena alternativa, en la que se acusa a J.A.C.T. de un delito de homicidio y otro de incendio y pide una pena de 12 años de prisión.
Para justificar sus dos peticiones, la representante del Ministerio Fiscal asegura en su escrito de acusación que J.A.C.T. «en el domicilio en el que vivía con María Victoria Pons Aguiló, sin motivo aparente, prendió fuego a un trapo y lo arrojó al sofá, llevado por el ánimo de matar ya que era consciente de que como consecuencia de sus actos existían muchas posibilidades» de que la mujer falleciera, como desgraciadamente así sucedió.
El joven de 23 años ya fue condenado en septiembre de 2012 por la jueza Clara Ramírez de Arellano, titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa a ocho meses de prisión y tres años de tratamiento médico externo por el incendio que provocó el 21 de diciembre de 2010 en el número 42 de la calle Madrid de Vila.
Está en la cárcel
Por ello, y por ser el sospechoso de ser el autor del incendio que acabó con la vida de María Victoria Pons Aguiló en 2011 el joven continúa en la cárcel de Palma a la espera de que se fije una fecha para que se celebre el juicio por este caso y en el que el Ministerio Fiscal pedirá una pena de 15 años de cárcel.
Mientras, tal y como recogió Ultima Hora el pasado 22 de febrero, J.A.C.T. remitió el 31 de enero al magistrado instructor José Espinosa Lozano un escrito de su puño y letra en el que solicitaba que «a la mayor brevedad posible» se le concediera la libertad provisional incondicional que cumple en la prisión de Palma desde el pasado 31 de octubre de 2011 alegando que «hay un fallo de la justicia».
Sin embargo, el magistrado denegó dicha petición asegurando en su escrito que «basta con leer el auto de prisión para llegar a la conclusión de que el acusado no debe ser puesto en libertad». Asimismo, para explicar su decisión, también hizo referencia a la «peligrosidad del imputado » en caso de salir de prisión «con altísimo riesgo de provocar nuevos incendios habiéndose mostrado insensible a las víctimas que pueda realizar».
1 comentario
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Entiendo que le borren la cara al policía en la foto, pero ¿por qué se la borran al delinqüente?. ¿A caso no estuvo mal lo que hizo?.