El Tribunal Superior de Justicia ha desestimado uno a uno los trece motivos por los que la defensa de Mónica Juanatey buscaba exculpar a la condenada a 20 años por el ‘crimen de la maleta'.
El abogado de Juanatey, Carlos Maceda, había planteado una batería de peticiones de nuevas pruebas y de supuestas incongruencias en el veredicto del jurado para buscar revertir la situación. En la mayoría de ellas, la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJB le recuerda que alega cuestiones que debería haber planteado en el juicio o directamente rechaza sus razonamientos. Así, el letrado había planteado que se realizara una nueva pericial sobre la personalidad de la acusada. El tribunal le recuerda que ésta prueba ya se practicó en el juicio y que ninguno de los peritos detectó indicios de cualquier tipo de enfermedad mental.
Otra de las alegaciones que hacía Maceda se refería a que el niño de 9 años se pudo haber defendido cuando su madre le ahogó en la bañera, por lo que en los hechos no existió alevosía. «Basta imaginar al niño de nueve años tomando un baño junto a su madre, recostado en la bañera, para representarse de forma lógica que, ante el ataque súbito de la madre para ahogarle, él no pudiera llevar a cabo una defensa mínimamente eficaz para evitar su muerte», señala el Tribunal.
Trastorno
A pesar de que sólo un miembro del jurado votó en contra de la culpabilidad de Juanatey, el letrado sostenía que no hubo una mayoría suficiente. A este voto, el abogado sumaba los dos que se produjeron a favor de que la acusada tenía un trastorno mental. El TSJB le contesta que no existe ninguna contradicción porque una persona puede tener un trastorno mental pero a la vez ser capaz de planear un crimen. Eso sí, en todo caso le recuerda al letrado que debió plantear esta supuesta contradicción cuando el magistrado presidente del jurado le entregó el veredicto para que lo examinara.
La defensa volvió a plantear en su recurso que no se citó a una supuesta compañera de piso de Juanatey llamada Cecilia. El TSJB señala que la propia acusada reconoció que estaba sola en la vivienda cuando murió su hijo César.