La juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, dejó ayer visto para sentencia el caso de J.C.M., un joven ibicenco de 23 años de edad al que se acusa por la presunta comisión de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa. El ministerio público reclama para el acusado, que se encuentra en prisión provisional por este caso, una pena de once meses de prisión. La defensa pide la absolución, pues considera que no se le puede acusar por robo con fuerza sino que, en cualquier caso, podría ser por allanamiento de morada.
Los hechos ocurrieron el 1 de agosto en una casa de la zona de Ca n'Escandell. Según la acusación, el joven se subió a una ventana con la intención de entrar en la casa y robar. La acusación sostiene que J.C.M. forzó varias puertas y ventanas para intentar entrar en la casa, lo que finalmente no consiguió. El acusado, y un amigo suyo que declaró ayer como testigo, dijo que subió al balcón de la vivienda, un bajo, para recoger un paquete de tabaco que había caído allí. Ambos dijeron que estaban bebidos y drogados y que el acusado se hizo sangrar en su peripecia.
La dueña de la vivienda declaró que todas las ventanas estaban forzadas y con restos de sangre y que no pudo entrar en la casa porque tiene doble ventana en toda la casa.
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