Los amigos del joven británico cuyo cuerpo sin vida fue encontrado este fin de semana en la habitación del hostal en que se alojaba dijeron que este había tomado «cinco pastillas» de éxtasis, informaron ayer desde el establecimiento en el que se produjo el suceso.
El fallecido es el joven británico Christopher Gary, de 26 años de edad. Viajó a Eivissa junto con un grupo de diez turistas de su misma nacionalidad y se alojaron en el hostal Cervantes, ubicado en la calle del Mar de Sant Antoni.
Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears señalaron ayer que todo apunta a que Christopher Gary murió por la ingesta de «pastillas psicotrópicas» mezclada con «alcohol».
En el suelo
El cuerpo sin vida del joven, que se alojaba en una habitación de la tercera planta, estaba tirado en el suelo entre dos camas, señalaron fuentes conocedoras del caso.
El juzgado de guardia, en este caso el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, está pendiente de recibir los resultados de la autopsia. Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se han hecho cargo de la investigación de este caso. Por el momento es ésta la primera muerte por consumo de drogas de la que se ha informado de forma oficial en la presente temporada turística.
El año pasado falleció al menos otro joven, también de nacionalidad británica, por consumo de drogas, en concreto pastillas de éxtasis mezcladas con grandes cantidades de alcohol.
3 comentarios
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Señor "Please": Los que venden las pastillas no te las meten en la boca. Eres tú quien decide si las compras y te las tomas o no. Mis hijos las tienen al alcance igual que los británicos o mejor, y sin embargo jamás las han probado, porque yo les he educado y les he informado de lo peligrosas que son. En cambio esos pobres británicos no tienen ni p. idea de lo que se están metiendo en el cuerpo, porque nadie les ha educado ni les ha informado. Luego, ¿quién tiene la culpa?
El que le vendió las pastillas un asesino, el que propicia que los turistas vengan a Ibiza por las drogas un cómplice, las empresas que solo basan su negocio en las fiestas basadas en el alcohol y las drogas ,complices de asesinato. Este pobre chico y otros miles ya sean británico o españoles ,unos pobres idiotas que son utilizados para el enriquecimiento de los mafiosos. Se piensan libres y sólo son utilizados como manadas de borregos camino del matadero.
Que manera tan estúpida de dejar de existir con esa edad, empezando a vivir.Algo falla en la educación de estos jóvenes británicos, y creo que en muchos españoles también, vidas orientadas al hedonismo, a la fiesta, sin ni siquiera preocuparse de su futuro, que por cierto pinta bastante negro.