Hasta ahora, la DGT había practicado algunos controles de drogas a los conductores como parte de un estudio europeo para determinar la proporción de conductores que consumen bajo los efectos de sustancias psicoactivas en los países de la Unión. Sin embargo, este tipo de pruebas no se realizaba de manera general, como ocurre en el caso del alcohol, debido en parte a lo costoso de la prueba (unos 60 céntimos, el test más barato).
Ahora, la intención de Tráfico es realizar los controles de drogas de «una manera mucho más exhaustiva y frecuente» con el objetivo de concienciar a los conductores de que conducir tras el consumo de drogas no sólo afecta a las capacidades del conductor sino que incrementa entre dos y siete veces la probabilidad de provocar o sufrir un accidente respecto a quienes no consumen ninguna sustancia, según explicó a mediados de junio la directora de Tráfico, María Seguí, en la presentación de la nueva estrategia.
Para ello, la DGT contará con un presupuesto para este año de un millón de euros, la mayor partida de los nuevos proyectos de la DGT este 2012. Seguí no quiso desvelar en cuántos controles se traducirán ese presupuesto, aunque señaló que en cualquier caso será «muchos» y los cifró en «miles».
El problema de los conductores que se ponen al volante después de haber consumido alguna droga es especialmente preocupante en España. de hecho, España es uno de los primeros consumidores de cocaína y de cannabis del mundo con el 4 por ciento y 10 por ciento respectivamente de prevalencia de consumo entre la población en general.
1 comentario
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y que tasas??????