La juez del Juzgado de lo Penal número1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, ha condenado a la pena de tres años y un día a un hombre, A.B., que fue detenido en posesión de casi siete kilogramos de hachís cuando desembarcaba en el puerto de Vila. En un principio, el Ministerio Público solicitó una pena de cuatro años y medio de prisión.
A.B., de nacionalidad marroquí, arribó al muelle de Botafoc el 30 de junio de 2010. Lo hizo en el Sorolla, procedente de Barcelona, y en el buque embarcó un Volkswagen Polo que, a su llegada, los agentes de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (ODAIFI) de la Guardia Civil de Eivissa decidieron registrar.
Los agentes encontraron dentro 55 unidades de tabletas ocultas bajos los asientos traseros del coche. Tras los análisis se determinó que se trataba de hachís y que su peso era de 5,43355 kilogramos. También hallaron 149 bellotas de hachís tipo resian que en total pesaban 1,38586 kilos y cerca de tres gramos más esconidos entre sus pertenencias.
Consumidor
Según la sentencia, estos cerca de siete kilogramos habrían alcanzdo en el mercado negro un valor de 10.000 euros. En la sentencia la juez también señala que el condenado es consumidor de cocaína y hachís, aunque también añade que «se desconoce cualquier parámetro de consumo así como [la posible] afección de su capacidad volutiva».
Al parecer, al no quedar demostrado su grado de afección, el abogdo de A.B. no ha podido solicitar la suspensión de la pena. En cualquier caso, la sentencia ha sido recurrida ante la Audiencia Provincial.
Además de la pena de cárcel, la juez ha condenado a este hombre al pago de una multa de 25.000 euros. En el caso de que no solvente la sanción será castigado con un día de cárcel por cada mil euros impagados.
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