Los investigadores lograron ayer poner nombre al cadáver que el domingo por la noche fue encontrado en una vieja casa abandonada situada en la carretera que enlaza Santa Agnès con Sant Antoni, cerca de Cala Salada, en el municipio de Sant Antoni. Se trata de María Karina Rosales Rivera, un mujer venezolana de 38 años de edad que llevaba varios años residiendo en la Isla. Fue asesinada. Recibió varios cortes en el cuello, uno de los cuales le segó la tráquea, y también varios golpes en la cabeza.

El caso ha recaído en el Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, de guardia esta semana, cuto titular, José Espinosa, ha decretado el secreto del sumario.

Maquillaje

De la investigación del caso se ha hecho cargo la Policía Judicial de Guardia Civil. Varios especialistas de este cuerpo se desplazaron anteayer a Eivissa desde Mallorca para conducir la investigación. Por el momento no se han anunciado detenciones y no se descarta ninguna posibilidad.

María Karina Rosales se dedicaba al maquillaje artístico. En su página de Facebook se define como make up artist y fue entrevistada por este motivo en la Televisió d'Eivissa i Formentera (TEF).

Los investigadores de la Guardia Civil comenzaron ayer a interrogar a las personas del entorno de la víctima. Al parecer, los agentes se han puesto en contacto con varias personas, entre ellas algunas amigas y compañeras de trabajo, así como con la persona que se cree que en los últimos tiempos era su pareja.

Según los resultados de la autopsia, todo hace pensar que el crimen fue perpetrado el pasado sábado por la tarde o por la noche.