Juzgados tras agredirse por una discusión de tráfico en Puig d'en Valls

Su silencio, como explicó uno de los abogados que los defendía, bien puede entenderse que cada uno de ellos actuó en legítima defensa. El caso quedó visto para sentencia y ahora habrá que esperar la decisión de la juez Clara Ramírez de Arellano.

Estrategia

Los dos acusados que eligieron esta estrategia respondían de una agresión mutua después de que ambos se vieron enzarzados en una violenta discusión de tráfico ocurrida en Puig d'en Valls en la tarde noche del 30 de julio de 2009.

Los sospechosos circulaban en sus respectivos vehículos cuando, a causa de una retención de tráfico que se produjo en la calle Mediterráneo de dicha localidad, comenzaron a increparse. Los reproches se resolvieron con la agresión de uno de ellos que supuestamente propinó al otro un puñetazo en la cara a su oponente mientras que el otro, a su vez, respondía al encaramiento con un cabezazo.

Ambos conductores interpusieron sus respectivas denuncias y motivaron la apertura de diligencias judiciales, actuaciones por las que tuvieron que pasar por un reconocimiento forense en el que se acreditaban lesiones en la cara que precisaron puntos de sutura: Uno con cortes en la región frontal y otro con herida inciso contusa en la nariz.

La investigación judicial concluyó con la petición fiscal de que se abriera juicio oral contra los dos conductores por un supuesto delito de lesiones, solicitándose una pena de un año de cárcel para cada uno de ellos así como el pago de indemnizaciones a los afectados muy similares. Así el ministerio público requirió que el principal perjudicado recibiera un indemnización de 530 euros mientras que el otro pagara al otro afectado 420 euros para compensar sus respectivas lesiones y secuelas.