El año pasado en Formentera hubo dos barcos embarrancados que fueron noticia, el yate de lujo Royal Enterprise y el velero Saudade. Eso no quiere decir que no se produjeran más embarrancamientos, al contrario, pero el hecho de que la mayoría de ellos fueran rescatados a lo largo de los dos primeros días dejaba el accidente en algo anecdótico.
Sin embargo hace aproximadamente un año, otro barco embarrancó en la costa de Formentera y no se ha hablado de él. Sigue encallado y deteriorándose, y representa un peligro para las personas que ‘juegan' en él, al tiempo que se ignora si en su momento fue descontaminado, si se produjeron vertidos de aguas residuales, aceites o combustible. Esta embarcación se encuentra en el extremo oeste de la playa de Migjorn, en las inmediaciones del Torrent de s'Alga y como no es una imagen impactante y se trata de una zona poco concurrida, nadie se ha preocupado de sacarlo o exigir al propietario que lo haga o, como mínimo, no se ha actuado de forma contundente, puesto que el barco sigue ahí.
El primero de los accidentes que ocupó un espacio importante en los medios de comunicación fue el del velero Saudade que en verano acabó sobre las rocas frente a la playa de es Pujols donde aún permanece. Fue la noche del 17 al 18 de julio cuando un súbito rol de viento pilló a la embarcación fondeada y aunque intentaron alejarla de las rocas el motor falló y acabó embarrancando. Pese a las presiones ejercidas sobre el propietario, éste argumentó discrepancias con el seguro para no sacar el velero que finalmente vendió a una empresa que tiene el compromiso de sacarla embarcación este mismo mes de enero.
Días atrás la consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur, aseguró que «el barco será retirado tras las fiestas», y señaló que están abiertos expedientes sancionadores remitidos por la Demarcación de Costas, Parc Natural de ses Salines y por la Guardia Civil, ya que en su momento se procedió a la tramitación pertinente para que el propietario retirara la embarcación de la zona en la que había embarrancado.
La consellera explicó que el propietario de la embarcación, Luis Rodríguez-Poveda, acabó vendiendo a una empresa privada la embarcación para que ella se hiciera cargo de la misma, bien para rescatarla, bien para desguazarla. «La empresa es responsable subsidiaria de la retirada de la embarcación y si no lo hacen en enero», explicó la consellera de Medi Ambient, «se procederá por parte del propio Consell de Formentera a la retirada de la embarcación y posteriormente se les exigirá judicialmente el pago de las costas del trabajo».
Vertido
El caso del Royal Enterprise ha sido el más sonado porque su tamaño, 32 metros de eslora, y su peso, más de 200 toneladas, eran una imagen muy impactante en la zona de ses Bassetes, junto a la bocana de s'Estany des Peix por su parte exterior.
Además, se produjo un vertido de combustible que obligó a cerrar la bocana para evitar la entrada de gasoil en s'Estany des Peix. Fueron necesarios 45 días para que se descontaminara la embarcación y posteriormente pudiera ser reflotada con la ayuda de dos potentes remolcadores.
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