Toxicología no halla sustancias adulteradas en el cadáver de la británica muerta este verano en Eivissa

Estos son los datos que ya tiene en su poder el juez José Espinosa, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, y a quien competía aclarar las circunstancias de la muerte de Jodie Nieman, ocurrida el 23 de julio este año.

Los resultados de la autopsia, cuyo contenido final hasta ahora no había trascendido por no contarse en el juzgado con el informe de las muestras que se extrajeron a la fallecida, resuelve que, pese a morir por un edema pulmonar en el que bien pudo influir el consumo de éxtasis, la constitución física de Nieman facilitaba de por sí que ésta pudiera sobrevenirle por otros motivos.

La investigación judicial ha descartado, de esta manera, que durante este verano, como se temió, pudiera estar habiendo una sustancia mortal que figurara como componente en pastillas de éxtasis que se estuvieran distribuyendo.

La muerte de Nieman se vinculó directamente con unas pastillas de color rosa troqueladas con una estrella de cinco puntas. La Guardia Civil aprehendió luego en al menos dos ocasiones destacadas cantidades de estas pastillas.

Agentes del EDOA de Eivissa, tras detenerse a un joven en un control en Cala Gració, se incautaron en agosto de 500 de estos comprimidos supuestamente distribuidos por un grupo de tiqueteros en Sant Antoni. Más recientemente, otras mil de estas pastillas fueron decomisadas por agentes del puesto de Sant Antoni tras detenerse en el puerto a un portero de discoteca que se marchaba de la Isla con éxtasis, anabolizantes y el botín de al menos un robo.