El trío británico The Midnight Beast está teniendo un gran éxito con su canción Pizza in Ibiza (245.587 visitas en Youtube a las 11,20 horas de ayer) y hay que decir que, hasta el momento, es la mejor publicidad que se ha hecho jamás contra el turismo basura que nos aporta el Reino Unido. Para colmo, en el Govern balear se mosquean, piden a Youtube (inútilmente) que retire el video -en el PP saben poco de libertad de expresión- y dicen que la imagen que airea no es repesentativa del turismo que tiene Eivissa. Hace falta ser falso y torpe.

No es contra Eivissa. Con su canción, The Midnight Beast no critican a la isla, sino que, fina e irónicamente, se ríen de los típicos jóvenes de su país que vienen de vacaciones a la isla para emborracharse, drogarse, comer pizza, llenarlo todo de basura, el mar incluido, y, no pocas veces, acabar con un pijama de madera. Entre líneas se lee: «Hay que ser tonto para ir de vacaciones a Eivissa a beber cerveza, comer éxtasis y engullir comida basura», es decir, «hay que ser tonto para venir a Eivissa a hacer lo mismo que hacemos en casa, aunque eso sí, con sol, más barato y a cualquier hora». The Midnight Beast se ríen de esos valientes viajeros británicos (en el Reino Unido existe una gran tradición viajera muy respetada) que se suben a un avión para aterrizar en un lugar en el que les espera el garrafón, la droga de mala calidad, el ruido, los calentones... Los isleños no salimos mal parados en esta historia, más bien seríamos una especie de 'listillos' que nos aprovechamos de estos tontainas, aunque eso sí, tengamos que aguantarlos, que no es poco, porque pagan good money.

Un error. Si algo se podría recriminar a The Midnight Beast es el título y estribillo de la canción, que más bien debería decir Pizza in Sant Antoni, o Pizza in Platja d'en Bossa, que es donde reina toda la basura antes mecionada, aunque, peligrosamente, se está extendiendo a otros lugares como es Canar, donde algunos jóvenes británicos ya han empezado este año a lanzarse por la ventana de los hoteles y a ahogarse en el mar de forma estúpida (Cala Pada).

Camino de la decena. Este verano ya son casi diez los turistas británicos muertos en Eivissa: se lanzan por la ventana, el alcohol y la droga les revienta el cuerpo, mueren por un mal golpe, se ahogan en las piscinas en estado de ebriedad... Eran chicos y chicas muy jóvenes. A muchos, sobre todo, les dan pena los padres. El Govern no dice nada, calla y otorga, pero protesta por la mala imagen en Youtube. Pura hipocresía.