En los últimos años se han producido numerosos incendios en Eivissa, pero en pocos casos se ha llegado a dilucidar la causa exacta o los autores de los mismos.
El más cercano en el tiempo es el de Benirràs, que se declaró en agosto de 2010. Supuestamente, el fuego se inició en las inmediaciones de una cueva, pero la investigación continúa abierta en los Juzgados de Eivissa porque no han acudido a declarar todavía una valenciana y un francés que fueron imputados. El fuego arrasó 350 hectáreas y tardó una semana y media en extinguirse.
El año anterior, en agosto de 2009, se produjo otro fuego que acabó con 20 hectáreas de Punta Xarraca. Las llamas se iniciaron por una presunta negligencia en el aparcamiento de Cala Xarraca. En ese momento se apuntó a que podía haber sido por colillas. No hubo detenciones.
En 2005 se produjo otro incendio que arrasó la sierra de Morna, una treintena de hectáreas. La hipótesis más fiable en ese momento apuntaba a que las llamas comenzaron en una vieja casa semiabandonada donde, al parecer, se habría celebrado una fiesta, aunque tampoco se llegó a confirmar.
En 2005 hubo un incendio en sa Cala de Sant Vicent que se inició en ses Formigues. En ese caso sí que se detuvo a Alberto F. R., un hombre de 60 años, que estuvo en prisión hasta que un testigo aseguró que no fue él quien inició el fuego, ya que lo había confundido con otro. El sospechoso negó en todo momento ser el autor del fuego.
Pese a que casi todos los grandes incendios han sido en el norte de la isla, en 1994 se produjo uno en Cas Mut, al lado de Vila. El fuego se inició por una imprudencia de dos empleados del servicio municipal de aguas de Eivissa, que cortaban un tubo metálico con una sierra radial. Las chispas prendieron en la maleza y el fuego se propagó a gran velocidad. Hubo que desalojar 50 chalets y un colegio. Se quemaron 350 hectáreas.
En 1988 se produjo un gran incendio en sa Cala de Sant Vicent que quemó casi 300 hectáreas, provocado por el conocido como 'Pepito el pirómano', que ya había provocado un par de fuegos y a quien su psiquiatra había obligado a trabajar con los bomberos para rehabilitarse. Sin embargo, según cuenta la prensa de la época, José Ferrer sintió la necesidad de salir a prender fuego al bosque tras escuchar música de Samantha Fox y Sabrina. En este caso sí que cumplió condena de 24 meses.
Morna también ardió en grandes incendios en 1983 y 1952.
Otras condenas que sí llegaron
En Eivissa se han dado algunas condenas por incendios forestales. Por ejemplo la de un ibicenco que aceptó tres meses de cárcel por lanzar una colilla encendida y causar fuego en Sant Antoni. También se le multó con 500 euros. Asimismo, una quema incontrolada de rastrojos en la que se perdieron 13 hectáreas en Can Guasch se saldó con casi tres meses de prisión para los dos acusados por negligencia. En 1997 también se expulsó a un súbdito belga que provocó un incendio en Sant Antoni.
Fuentes judiciales indican que es muy difícil condenar a alguien a no ser que se le sorprenda provocando el incendio o que lo reconozca.
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