Sí lo ha comunicado a los medios la consellera desde el Puesto de Mando Avanzado, ubicado en Cas Curuné, donde ha señalado que el fuego no se ha extendido más y ha quedado confinado en un perímetro de unas 1.440 hectáreas, de las que se calcula que tan sólo se han visto afectadas unas 1.230 hectáreas, ya que las llamas no alcanzaron toda la superficie incluida dentro de este perímetro.

No obstante, Costa ha matizado que, aunque la «mejoría es considerable», los efectivos que trabajan en esta zona de la Sierra de Morna siguen «sin bajar la guardia», ya que todavía hay «puntos calientes» con «pequeños focos todavía activos» que tienen que ser controlados.

Cabe decir, que las condiciones meteorológicas son más favorables ahora que las que se registraron los primeros días del incendio, cuando se dieron temperaturas altas, viento fuerte y poca humedad. En estos momentos, el viento ha amainado y las temperaturas «no son tan elevadas» por lo que se puede decir que las condiciones «no son del todo desfavorables», ha apostillado Costa.

La pasada noche trabajaron en las tareas de extinción del fuego un contingente formado por unas 200 personas que han hecho turnos para tratar de controlar el incendio. En estos momentos, actúan en el lugar unos 400 efectivos terrestres, así como nueve medios aéreos (nueve menos que este sábado).

La todavía titular de Interior ha apuntado que, una vez, el incendio quede completamente controlando, los agentes del Instituto Balear de la Natura (Ibanat) seguirán trabajando en la zona para vigilar que todo está controlado.

Regreso de los desalojados

Por otra parte, la consellera ha indicado que la mayor parte de las más de 300 personas desalojadas que residen en un centenar de viviendas de la zona han podido regresar a sus casas «con total normalidad». En este sentido, ha recordado que finalmente sólo se ha quemado completamente una vivienda y que entre doce y quince más se han visto afectadas parcialmente con distinta consideración (en un principio se pensó que serían una veintena, si bien no ha sido así).

Por lo que se refiere al suministro eléctrico y telefónico, Costa ha afirmado que todos los vecinos de la zona ya cuentan con electricidad, al tiempo que los cerca de 200 usuarios que este sábado todavía no tenían conexión telefónica ya la han recuperado.

Cabe señalar que siguen cortadas al tráfico normal las carreteras de acceso a la zona que fueron restringidas. Concretamente se trata de la carretera de Sant Carles, desde Can Na Pepeta hasta el cruce con el camino de ses Taronjes; el camino viejo de Portinatx y la carretera de Sa Cala desde el Camino Viejo de Portinatx. Costa ha puntualizado que no está permitida «la libre circulación» de personas ajenas, si bien sí se permite a los vecinos acceder para llegar a sus domicilios.

Daño ecológico Inmenso

Costa ha subrayado que el fuego que ha calcinado esta superficie de la Sierra de Morna, equiparable al 3% de la isla de Ibiza, ha supuesto un daño natural y ecológico «inmenso», en tanto que se trata de una zona boscosa de alto valor natural.

Así, ha matizado que el Govern impulsará un plan de recuperación ecológica de la zona, tal y como este sábado avanzó el conseller de Medio Ambiente, Gabriel Vicens, de similares características al que se está ejecutando en Benirràs, donde el pasado año un incendio forestal arrasó unas 345 hectáreas de una zona protegida.

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Costa ha recordado que las actuaciones realizadas en Benirràs han dado buenos resultados y «se ha ido regenerando bastante bien y bastante rápido», por lo que esperan que la zona del norte de la isla afectada por este nuevo incendio se pueda recuperar con similares perspectivas.

La consellera ha vuelto a agradecer públicamente el esfuerzo de todas aquellas personas que colaboran en la extinción del fuego, que se declaró el pasado miércoles y que ha precisado la participación de distintos organismos como el Instituto Balear de la Natura (Ibanat), la Dirección General de Emergencias (DGE), la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Bomberos de Ibiza, Bomberos de Cataluña y de la Comunidad Valenciana, Protección Civil, Policía Local de municipios ibicencos y la Guardia Civil.

Declaración de zona catastrófica

El alcalde de Sant Joan de Labritja, Antoni Marí, ha dicho a los medios que tanto este municipio como el de Santa Eulària (una parte del perímetro afectado pertenece a esta población), van a coordinarse para estudiar las fórmulas adecuadas que permitan a estos consistorios reparar el daño causado.

Así, una de las posibles vías que estudiarán será pedir la declaración de zona catastrófica de este espacio con el fin de obtener subvenciones para recuperar el lugar.

Buen sábado

Las imágenes que dejaba este sábado el incendio de Sant Joan eran mucho menos dramáticas que las registradas en los dos primeros días desde que se inició el fuego. Un simple vistazo al norte de Eivissa desde cualquier punto de la Isla permitía ver cómo las densas nubes de humo habían menguado hasta casi desaparecer en muchos puntos.


Pero el 'casi' es importante en una emergencia así y, aunque más optimistas que días atrás, los medios de extinción todavía se resisten a dar por estabilizado el fuego, primer paso antes de declarar acabado el siniestro, a pesar de que no se ha ampliado el perímetro afectado.


Eso sí, el hecho de que se haya comunicado a la Generalitat Valenciana que los dos medios aéreos que había puesto a disposición del Govern podían retirarse (ayer ya no prestaron servicio) es un indicador claro de que la sensación general es que lo peor ha pasado ya, al menos en lo que respecta a contención y extinción del fuego.
Otros dos elementos marcaron la jornada de ayer. En primer lugar, la mejora de la situación llevó a las autoridades a autorizar a los evacuados a que volvieran a sus casas. Una situación que, a más de uno, le supuso uno de los momentos más duros al ver cómo muchas de sus posesiones habían sido pasto de las llamas. De hecho, 11 viviendas han resultado afectadas parcialmente y una ha sido destruida por completo.


La otra noticia destacada de la jornada era la decisión adoptada por el juez respecto al apicultor argentino de 50 años detenido como presunto autor del incendio. El magistrado ha decidido la prisión provisional sin fianza para el detenido al considerar que existe riesgo de fuga.


El magistrado aceptó la petición del fiscal tras estudiar el informe del Seprona y considerar la gravedad de los hechos; unos hechos por los que el detenido se enfrenta a entre 7,5 y 10 años de prisión por un presunto delito de incendio forestal por imprudencia grave en el que podrían concurrir las agravantes de riesgo para la vida o integridad física de las personas en una zona de especial consideración y protección.


Durante la jornada también se ha conocido la intención de los alcaldes de Sant Joan y de Santa Eulària de solicitar al Gobierno central, una vez que se dé por finalizado el incendio, que las áreas afectadas sean declaradas 'zona catastrófica', por lo que podrían beneficiarse de ciertas ayudas para la recuperación de los espacios destruidos.