La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 15 años de prisión a Antonio Sánchez, «Pitoño», uno de los tres porteros de la discoteca «El Balcón de Rosales» acusados por la muerte el 15 de noviembre de 2008 del joven Àlvaro Ussía, mientras que a los otros dos les ha impuesto cinco años.
Los tres fueron declarados culpables de esta muerte el pasado 23 de marzo por un jurado popular que consideró que «Pitoño» era autor de un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, tal y como lo ha estimado el juez presidente de ese tribunal.
Mientras, a los otros dos porteros, Daniel S.S. y David A.A., les ha considerado cómplices de un delito de homicidio por lo que han sido condenados a cinco años.
La sentencia, notificada hoy, señala que «Pitoño» actuó «de forma consciente, esto es, pudo apreciar el peligro de su acción y de su potencial letal y ello no le hizo desistir de la misma, asumiendo así el resultado de la muerte de su víctima» y califica la agresión de «brutal y despiadada».
Una agresión, señala la sentencia, «con consecuencias fatales contra una víctima en situación de inferioridad física, un joven embriagado y tumbado en el suelo y cuyo autor ha demostrado un total desprecio hacia la vida de otra persona».
La Audiencia considera probado que sobre las 05:15 horas del día en que ocurrieron los hechos, Àlvaro Ussía, de 18 años, se encontraba en el interior de la discoteca, en la que Antonio S.S. actuaba como coordinador de porteros junto a dos amigos.
Como consecuencia de un incidente con dos chicas, Ussía fue expulsado del local y, ya en el exterior, protestó e insultó a unos porteros que se encontraban en la entrada de la discoteca, entre los que estaban los condenados.
Cuando Àlvaro estaba en el tramo de escaleras que llevan de la discoteca a la calle Pintor Rosales, «Pitoño», seguido por los otros dos porteros, fue hacia él y le condujo por la fuerza hasta el final de las mismas y luego le derribó con una zancadilla «cayendo éste al suelo de espaldas, donde quedó boca arriba».
Tras ello, «Pitoño» se «tiró de rodillas sobre el pecho de Alvaro, impactándole con todo su peso, sabiendo que esta acción podía causar la muerte» del joven debido a la fuerza del impacto en una zona «tan vital», y se mantuvo encima de él mientras le seguía golpeando hasta dejarle inconsciente «y provocarle una rotura traumática del corazón por aplastamiento».
Esta rotura le causó la muerte a las 07:00 horas en el hospital Clínico, al que fue trasladado por el Samur tras ser atendido en el lugar de los hechos.
La sentencia señala que mientras el joven era golpeado por «Pitoño», los otros dos porteros se mantuvieron allí e impidieron que los amigos del joven y otras personas acudieran en su ayuda «favoreciendo de este modo que Àlvaro perdiera la vida».
«Pitoño», según la sentencia, «se aprovechó conscientemente de su situación de superioridad sobre Àlvaro, derivada de su mayor corpulencia física, el apoyo de otros porteros y la disminución de reflejos» del joven, a causa del alcohol consumido.
1 comentario
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Le han condenado a la pena maxima porque era un niño rico y porque ademas un juez presenció los hechos, porque llega a matar a un desgraciao que no tiene donde caerse muerto y bueno...