Según sus propias palabras, la delegada de Educació, Laura Carrascosa, tiene «mogollón de peticiones» de niños que escolarizar. Los va metiendo en barracones que «no son tan malos», porque «tienen aire acondicionado y calefacción». Sí, sí, es verdad, «yo también me angustio», dice la mujer.

Interés general. Explica Carrascosa que el atraso en infraestructuras escolares es «histórico» y que solucionarlo «en una legislatura [que son 48 meses] no es posible». ¿Cuántos años necesita Carrascosa para construir dos, tres o cinco colegios? Nuestros políticos levantaron 50 kilómetros de superautovías en dos años. Los escollos burocráticos, como siempre en Eivissa, eran muchos, pero el asunto se declaró de interés general y se salvaron todos. El modelo elegido fue desmedido y el 'modus operandi' muy sospechoso, aunque por ahora nadie ha declarado en los juzgados. Si las autovías son susceptibles de ser declaradas de interés público, ¿no lo deberían ser los colegios con más razón?Al parecer, según dice Carrascosa, el PGOU de Vila ha ocasionado retrasos también en la construcción de colegios, y debe ser cierto, porque hace dos décadas que en Vila no se edifica ninguno. Que no nos cuenten cuentos porque querer es poder, y para recordárnoslo tenemos toneladas y toneladas de ladrillo y asfalto repartidas por toda la isla sin ton ni son.La antecesora de Carrascosa dimitió y es de imaginar que fue por vergüenza, un sentimiento que escasea entre la clase política. Tener centenares de niños estudiando en barracones como si esto fuera Afganistán -y no la isla archimillonaria que es- quita el sueño a las personas de bien. Es fácil imaginar que aquella mujer lo intentó, y golpéo encima de la mesa, y se puso muy seria, pero desde su puesto no se podía conseguir nada. No le hacían caso, así que se fue, algo muy honorable en estos tiempos de hipocresía política sin límite. Si tal y como parece la Delegació de la Conselleria de Educació en las Pitiüses no sirve para lo que hoy por hoy es lo más importante en su área, ¿por qué no nos ahorramos esos sueldos? El asunto es muy serio, pero Carrasosa sonríe simpática. ¿De qué se ríe? No tiene ninguna gracia.

El PGOU de Vila.

Dimisión.