Los ladrones aprovecharon una salida de Joan y su mujer para entrar en su casa de Santa Gertrudis y sustraerle su caja fuerte.

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La noche del jueves entraron a su casa para robarle. Lejos de quedar en un simple hurto, la situación iba a llegar mucho más allá: los asaltantes le pegaron una paliza, que hace que tuviera que ser ingresada de urgencias en la Policlínica. Esto es lo que le sucedió a una mujer de avanzada edad, de origen italiano, y vecina de Santa Gertrudis. Este desgraciado suceso, sumado a tantos otros, ha provocado una situación de inseguridad manifiesta entre los vecinos de esta parroquia.

Por lo que explican algunos de los vecinos, la mujer empezó a escuchar a sus perros ladrar, lo que le llamó la atención. Ante ello, decidió salir de su vivienda y aprovechando esta ventana de oportunidad, los dos ladrones entraron en la casa. Tal y como su propio hijo explica «le pidieron el dinero que tenían en casa, y ella se lo dio, pero quisieron más. La tiraron al suelo de manera muy brusca, le apretaron la cara y la golpearon, provocándole múltiples lesiones».

Que los ladrones no pudieran desactivar la alarma y llegara la Guardia Civil al lugar de los hechos detuvo la agresión, pero las consecuencias para la mujer fueron muy graves. Su hijo detalla que «se trataba de una mujer que, pese a estar cerca de los 80 años, era una persona muy deportiva y activa, iba a la piscina a andar y a caminar más de cinco kilómetros cada día. Ahora tiene que estar medicada en casa, con visitas de fisios, osteópatas, traumatólogos durante 15 horas al día y dos cuidadoras».

Lesiones

Y es que el parte de lesiones es abundante: lesiones graves en rodillas, brazos, piernas y rostros. Según su hijo explica, «le han dado un mínimo de dos meses para recuperarse». Además, están asumiendo todos los costes de esa medicalización. Familiares suyos que se encuentran en diferentes partes del mundo están organizándose para venir a Ibiza a ayudar a su madre. «Yo estaba en Suiza cuando pasó y vine en cuanto pude hacia aquí. Y como yo, tantos otros», afirma.

Más allá de los daños físicos, también la casa quedo destrozada en el esfuerzo de los ladrones por encontrar el dinero. Dicha agresión está ahora bajo investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Una institución a la cual el hijo de la agredida quiere trasladar su agradecimiento «por su labor y dedicación».

Echando la mirada un poco más atrás, justo el día que concluían las fiestas de Santa Gertrudis, también entraron a robar a un matrimonio de la zona, también de muy avanzada edad. Ella, que padece alzheimer, no pudo recordar dónde estaba la caja fuerte, por lo que también fue agredida por los asaltantes. Él, que padece de sordera, ni tan solo se enteró de la situación hasta que todo ya había sucedido.

En esta ocasión no hubo que lamentar graves lesiones por una «relativa fortuna». En mitad del forcejeo, la mujer fue empujada al suelo y cayó de manera que el botón que llevaba colgado del pecho, que a veces las personas ancianas lo llevan, fue activado e inició una llamada. Ante ello, los ladrones se asustaron y se marcharon.

Atraco organizado

Retrocediendo todavía más en el tiempo, aparece un nuevo caso de robo, en agosto de 2024. En este caso no hubo violencia sino un plan mucho más estudiado. Tal y como explica su víctima, Joan Torres, «aprovecharon dos horas y media que salimos de casa para ir a la playa y entraron y nos quitaron la caja fuerte. Nos tenían estudiados», asegura. En su caso, el resultado de ese robo sí que fue trágico en materia económica. Pese a que le resulte difícil calcular la cantidad total «probablemente esté entre 150.000 y 200.000 euros». Y es que en la caja fuerte que le sustrajeron, además de dinero en efectivo, tenía «joyas de diferentes generaciones, de gran valor tanto en materia económica como sentimental» .

Desde su casa, a escasos metros del centro urbano de Santa Gertrudis, Joan Torres detalla apenado a Periódico de Ibiza y Formentera «que no solamente me robaron a mí sino que era la herencia de mis hijos y nietos». Sobre el terreno, explica que los ladrones utilizaron una escalera para entrar a la segunda planta de su vivienda y, desde ahí, reventar la caja fuerte, causando un gran destrozo en la vivienda.

Vecinos organizados

Esa creciente situación de inseguridad queda más que plasmada con un grupo de WhatsApp que han creado los vecinos de Santa Gertrudis. Con ya más de 200 personas, ahí se comunican los unos con los otros todas las situaciones que consideran «extrañas o peligrosas». Su función, sobre todo, se enfoca en tratar de proteger de esos grandes robos que están sufriendo principalmente esas personas mayores que viven en alguna de esas viviendas unifamiliares tan propias de la zona.

Entre los vecinos de Santa Gertrudis aluden a esa «sensación de inseguridad creciente». Sandra, de la librería del pueblo se ha erigido en una especie de portavoz de ese grupo. Alude a que esta oleada comenzó a finales de noviembre y que, desde entonces, «roban de todo. Han entrado en la casa de mis vecinos a quitarles los motores de la lancha, han robado bolsos de dentro de los coches, bicicletas...».

Sin embargo, la principal preocupación es en esos diseminados que han padecido robos «ya que saben que son de personas mayores y se aprovechan de la situación». Es por ello que, como tantos otros, piden una mayor presencia policial para tratar de hacer frente a esta nueva oleada de robos.
Otro de los comercios más populares de Santa Gertrudis es el estanco, desde donde también se valora «esa creciente sensación de inseguridad», que es algo común entre los vecinos de la parroquia. «Cada vez hay más vecinos que vienen aquí y lo comentan. Yo mismo vivo en una vivienda unifamiliar y ahora estoy preocupado», afirma.

Miquel, de otro de los comercios de la zona, el supermercado, también está al corriente de ese cambio que ha llevado a tantos vecinos a formar ese grupo. Pese a que los pequeños hurtos «sean los de siempre, lo que más preocupa son los grandes ‘palos’ en los diseminados, especialmente porque afectan a las personas mayores».

En el mismo sentido apunta Joan, otro vecino de la zona, quien asegura que «la oleada de robos viene de años atrás, pero ahora se ha incrementado más aún». En su caso, pese a que no le ha tocado directamente, sí lo ha hecho a gente cercana «tanto a mis tíos, como a mis primos, como a mis vecinos cercanos», asegura. Por ello, reclama «más efectivos policiales y mayor sanción para los ladrones.

Ayuntamiento

Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària aseguran a Periódico de Ibiza y Formentera que los casos de robos más importantes se encuentran ya bajo investigación de la Guardia Civil. Sobre las quejas vecinales aseguran que su propioridad es «la seguridad ciudadana y el bienestar de los ciudadanos» y que por eso motivo, desde la Policía Local han puesto el «Grupo de Acción y Prevención -GAP- en coordinación con el equipo ROCA -la unidad especializada en los robos en el ámbito rural- para incrementar la vigilancia en la zona de Santa Gertrudis.