Alertan de la aparición de peligrosas medusas carabelas portuguesas en playas de Ibiza

El Govern alerta: nunca hay que tocarlos puesto que su picadura es muy peligrosa y puede llegar a causar la muerte

Una carabela portuguesa encontrada en la zona de Es Torrent hace unos años.

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Las redes sociales han sido testigo en estos últimos días de la llegada de ejemplares de carabela portuguesa a costas pitiusas. Aunque por su forma y color pueden resultar atractivas para aquellos que paseen estos días por la playa, los expertos alertan: nunca hay que acercarse a ellas puesto que tienen unos tentáculos larguísimos y su picadura puede llegar a ser mortal. Antoni Grau, director general de Pesca del Govern, confirmó que, hasta el momento, este año no tenían constancia de la llegada de esta peligrosa especie a las costas de Baleares, aunque no es algo inusual.

«Tenemos un seguimiento de medusas en el que intervienen los vigilantes de playas, aunque éstos todavía no han comenzado a trabajar. Tampoco, los operarios del Govern que se dedican a limpiar las costas», advirtió. Según recordó, la carabela portuguesa (Physalia physalis) es una especie peligrosa que produce picaduras muy dolorosas y que entra en el Mediterráneo en primavera. Si antes era extremadamente difícil ver un ejemplar en las costas pitiusas, con el cambio climático es cada vez más habitual detectar su llegada y «casi cada año hay porque entran desde el Atlántico, sobre todo si hay viento del Levante persistente».

Agua templada

La orientación de las costas baleares facilita su llegada en esta época del año. Posteriormente, suelen dirigirse al Este para acabar falleciendo en zonas cercanas a Malta o Sicilia. «Es una especie que sobrevive en un rango de temperaturas muy estrecho. Necesita agua templada y a finales de junio las carabelas que han llegado, normalmente mueren porque el agua ya está demasiado caliente. Lo ideal para ellas son unos 20 grados», comentó Grau.

El director general advirtió: nunca hay que intentar tocar una carabela portuguesa puesto que las picaduras llegan a provocar mucho daño y se han dado casos en los que una persona ha fallecido tras recibir uno de sus latigazos. «La picadura no es como la de una medusa ‘pelagia’», reiteró. «No hay que tocarla nunca. Sólo un especialista puede retirarla de la playa. Tiene largos tentáculos que pueden llegar a medir dos metros, lo que la hacen muy peligrosa. La única ventaja es que, por su forma, con ese flotador en la parte superior, se mueven con el viento y son más fáciles de detectar», concluyó.

En los últimos días, ejemplares de carabelas se han encontrado en playas de Formentera y también en calas del oeste de Ibiza.

En julio del pasado año, y a pesar de la elevada temperatura del mar, un ejemplar fue avistado en los alrededores de sa Conillera.