El conductor británico Nigel B., de 36 años, ha sido condenado a un año y medio de prisión y a la retirada del carné de conducir durante un periodo de dos años como causante de de un accidente de tráfico el 23 julio de 2005 en la carretera de ses Salines en el que un motorista sufrió heridas que le han dejado secuelas de por vida.
Además, Nigel B., que se encontraba en la isla para intentar comercializar un tipo de bebida, dio positivo en la prueba de alcoholemia a la que fue sometido por la Guardia Civil de Tráfico. En el primer test dio 0,91 miligramos por litro de alcohol espirado y 0,87 en el segundo. El ministerio público pidió por todo esto dos años de prisión por la concurrencia de un delito contra la seguridad del tráfico y otro de lesiones.
Además de la pena de cárcel, que quedará en suspenso porque carece de antecedentes, la juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, ha condenado al británico a pagar un total de 159.099,49, aunque de la liquidación de esta cantidad se hará cargo la compañía de seguros del turismo que conducía y también, en mucho menor medida, la emrpesa Tui España Turismo S.A., para la que trabajaba el condenado.
De estos casi 160.000 euros, 150.370,93 son para la víctima del accidente, que sufrió lesiones importantes que le han dejado secuelas de por vida que, además, le impiden realizar la parte más importante de su trabajo.
El motorista sufrió varias lesiones, la más grave en el hombro, que le ha dejado imposibilitado para realizar lo que él considera la parte más importante y lucrativa de su trabajo: subirse a mástiles y palos para reparar velas, una labor que según este hombre sólo él realizaba en la isla y que hoy, más de cuatro años después, ya nadie efectúa.
El accidente se produjo a las once de la mañana en las inmediaciones del DC-10, en la carretera de ses Salines. El Seat Alhambra de alquiler que conducía Nigel B. y la moto circulaban en dirección a Eivissa. El Seat adelantó a un Mercedes que iba delante de él y cuando se fue a incorporar de nuevo a su derecha golpeó a la moto, según el atestado de la Guardia Civil. En el coche había marcas del espejo retrovisor y de la maleta de la moto, según Tráfico. El británico abandonó la escena, pero regresó. Dio la vuelta en la rotonda. Al parecer un testigo le recriminó su presunta acción evasiva.
Gran esfuerzo de rehabilitación
El motorista hizo rehabilitación 3 o 4 horas diarias durante 11 meses, pero ya no podrá realizar «la parte lucrativa de su trabajo», que precisaba subir al velamen de los barcos.
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