Un vecino de Formentera fue llevado ayer al cuartel de la Guardia Civil después de que fuera incapaz de someterse a una prueba de etilometría instantes después de que su coche se saliera de la carretera y estuviera a punto de volcar. Según la información recogida por este periódico, no hubo otros vehículos implicados en el siniestro que hubiera obligado al conductor afectado a dar un volantazo o realizar una maniobra brusca que motivara su salida de vía.

Una vez en las dependencias del instituto armado, a las que fue llevado engrilletado y pasado un tiempo, el conductor pudo realizar la prueba de alcoholemia. Ésta dio positiva pero la tasa alcanzada no llegó a superar la cifra de 0,60 que marca el código de circulación como delito contra la seguridad del tráfico.