Autoritat Portuària de Balears informó ayer a través de un portavoz que pedirá a la Comisión de Faros que instale una boya luminosa en el escollo de sa Bota, donde anteayer un catamarán sufrió un accidente grave, en el caso de que alguien lo solicite, algo que ya ha anunciado que hará la Asociación de Navegantes Mediterráneo por boca de su miembro Juan Poyatos. «Un día puede haber muertos», advirtió este hombre.

«Puntos negros»

En cuanto a sa Llosa de Santa Eulària, el otro «punto negro» de las aguas de las Pitiüses, según Poyatos, Autoritat Portuària recordó ayer a través de su portavoz que en este lugar hace ya muchos años que hay instalada una boya luminosa que está en marcha las 24 horas del día y cuyo buen funcionamiento está controlado en todo momento informáticamente.

Por su parte, el capitán marítimo de Eivissa, Jesús Valera, recordó que tanto el escollo de sa Bota, situado al noroeste de es Vedrà a unas dos millas de la costa josepí, como sa Llosa de Santa Eulària están marcados en las cartas de navegación. «Si eres una persona que no eres habitual en la navegación en las Pitiüses, lo mínimo es mirar las cartas de navegación», consideró el capitán marítimo. El escollo de sa Bota está a poco más de un metros bajo la superficie, situado en la ruta entre Formentera y Sant Antoni.

Anteayer, el «Flai», un catamarán de unos 12 metros de eslora con bandera española, volcó tras chocar con el escollo. Sus dos tripulantes, ambos de unos 65 años de edad, experimentados navegantes que conocen las aguas ibicencas, resultaron heridos. La herida más grave fue una fractura de costilla.

Balizamiento

Según Poyatos, el problema con el que se encuentran los navegantes es que los 'puntos negros' «no cuentan con un balizamiento fijo, por lo que basta que haya un temporal o mala mar para que se pueda perder la señalización».