Un agente de la Policía Local de Sant Josep, que continúa en activo en este Cuerpo, tendrá que sentarse en el banquillo ante la Audiencia Provincial para enfrentarse a una pena de 45 meses de prisión por supuestamente propinar varios puñetazos a un compañero, partirle las gafas y romperle el labio porque éste, junto con otro agente, llegaron a tarde a un servicio de refuerzo que el sospechoso solicitó. El fiscal, además de esta pena, en un juicio que ha sido señalado para esta semana en Eivissa, considera que el funcionario municipal debe indemnizar a la víctima en 1.807 euros por los 51 días que tardó en curar y en otros 4.000 euros por la secuelas sufridas.

Pelea

Según el escrito fiscal, el enfrentamiento entre ambos policías locales tuvo lugar sobre las nueve de la noche del 9 de agosto de 2007 cuando el acusado pidió refuerzos por una pelea que había en la calle Lugo, frente al bar Khumaras. El agente perdió los nervios cuando sus compañeros llegaron 35 minutos después de solicitar esta ayuda. En el escrito del ministerio público también se recoge que, tras recriminarles su tardanza, propinó un empujón al principal perjudicado al tiempo que le insultaba llamándolo «gordo seboso». Tras contestarle, el acusado volvió a dar otro empujón a su compañero a la vez que le propinó una sucesión de golpes.

«Como consecuencia de estos hechos el agente sufrió rotura de sus gafas y presentó una contusión en el ojo derecho, así como herida inciso contusa en el labio inferior. Por todo ello requirió una primera asistencia médica, sutura de la herida y retirada de la misma, tardando en curar 51 días, de los cuales el tiempo impeditivo para su actividad habitual ha sido de 21 días, restando como secuela cicatriz en ambos labios», señala el escrito del fiscal por esta causa.