Walter H.G.Q., un inmigrante ecuatoriano vecino de Santa Eulària, parece no aprender. Un juzgado de lo Penal de Eivissa tiene previsto juzgarlo esta semana poco después de haber sido condenado a seis meses de cárcel por un delito idéntico: intentar «asaltar» la casa de su ex amante, con la que quiere recuperar a toda costa su relación. Lo hizo después de haber ingerido una importante cantidad de alcohol para darse ánimo. La propia afectada señaló en el primer juicio que éste bebía mucho para armarse de valor y buscarla y que ella sólo buscó en él un «amigo especial».

La policía detuvo por primera vez a dicha persona el pasado 7 de mayo tras sorprenderlo completamente borracho y a oscuras en la cocina de su ex novia después de que ésta alertara a Comisaría de que el acusado pretendía entrar a su casa por una ventana. Minutos antes la llamó y le dijo: «Voy a entrar en tu casa como sea, despídete porque no quiero saber nada de tu persona y te voy a matar, no importa que llames a la policía. En lo que tarda la policía te voy a matar. Ahora voy a terminar lo que un día empecé y que sea lo que Dios quiera». Por este hecho, la juez Clara Ramírez de Arellano, titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, condenó al sospechoso, en una sentencia al parecer ahora recurrida, a seis meses de cárcel y a no poder comunicar ni acercarse a la perjudicada a menos de 50 metros durante un año y medio.

Walter H.G.Q., de 32 años, sin embargo, volvió supuestamente a las andadas tan sólo cinco días después de este juicio cuando la policía le apresó de nuevo escalando para acceder presuntamente al balcón de la casa de su amiga, en la zona de ses Figueretes, en una nueva tentativa por recuperar el amor de ésta. Todo ello, pese a que en la vista oral se le advirtió de la prohibición expresa que existía de no acercarse a ella, hecho por lo que ahora será juzgado por quebrantamiento de medida cautelar.