EFE / BERLÍN

Más de mil personas se manifestaron ayer en Passau (sur de Alemania) en protesta por la marcha convocada por el ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD) en la ciudad, que congregó a unas 200 personas. Fuentes policiales informaron ayer de que ambas marchas se desarrollaron de forma pacífica. En los controles previos al comienzo de las manifestaciones se produjeron algunas detenciones y los agentes se incautaron de objetos prohibidos. El tribunal administrativo de Ratisbona (Baviera) autorizó ayer la manifestación ultraderechista en Passau, la ciudad cuyo jefe de la policía, Alois Mannichl, sufrió un atentado atribuido a neonazis el pasado 13 de diciembre.

Un portavoz judicial comunicó que no había motivos para la prohibición de la marcha, de acuerdo a los principios de libertad de expresión y manifestación. Los afiliados y simpatizantes del NPD protestaron hoy «contra la arbitrariedad policial» y la «persecución mediática» de que consideran que han sido víctimas miembros de la organización tras el ataque a Mannichl y la investigación posterior para dar con su agresor.

Pese a que los contra-manifestantes habían anunciado su intenciones de impedir el paso a la marcha del NPD, finalmente no se produjo ningún bloqueo, apuntó la policía. Las cerca de mil personas que protestaron contra las reivindicaciones neonazis portaron pancartas en las que se podían leer lemas como «Mesa redonda contra la derecha», «Nazis fuera» y «Passau es de colores - el marrón no es ningún color». La formación ultraderechista, la mayor de Alemania de esta ideología, convocó la concentración después de la detención de dos parejas vinculadas a sus filas, en relación con el atentado a Mannichl.