EFE / HOUSTON

Los equipos de rescate desarrollaban ayer una intensa búsqueda de posibles víctimas del huracán «Ike», que ha dejado al menos cuatro muertos a su paso por Texas y Luisiana, mientras las autoridades tratan de evaluar con precisión los daños. Hasta el momento han sido rescatadas casi un millar de personas, según la oficina del gobernador de Texas, Rick Perry, en lo que se ha descrito como la mayor operación de búsqueda y asistencia de la historia del estado.

En Luisiana, los atendidos llegan a las 600 personas.

Se calcula que hasta 140.000 personas desoyeron las recomendaciones de las autoridades de evacuar y se quedaron en las áreas más afectadas por el huracán, en especial en la isla de Galveston, donde Ike tomó tierra.