E.P. Las dos unidades del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) que operan en Balears desde principios de este verano han tenido un «gran efecto disuasorio» para las mafias que se dedican a la inmigración ilegal y el narcotráfico, al haberse percibido un descenso en la llegada de embarcaciones que transportan personas desde el Norte de Africa, o bien cantidades importantes de droga.

Así lo explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno en las islas, que precisaron que el SIVE permite detectar «en tiempo real» las embarcaciones sospechosas que se aproximan al territorio nacional, facilitando su posición y rumbo a un Centro de Control que activa «rápidamente» los medios necesarios para interceptarlas, ya sea en el mar o a su llegada a puerto, y verificar su carga.

La isla Mallorca cuenta desde el pasado 4 de junio con un sistema móvil SIVE, al que se unió otro durante la segunda quincena del mismo mes, operados por agentes especializados de la Guardia Civil, que vigilan la costa Sur de la isla.

De hecho, el Gobierno concibe este dispositivo como una herramienta clave para proteger el área Mediterránea de la Unión Europea.
Según confirmaron las fuentes, en los últimos tres meses se ha detenido la incipiente llegada de pateras a Balears desde el Norte de Africa y, al mismo tiempo, se ha incrementado el volumen de intercepciones de yates cargados con fardos de droga, en algunas ocasiones con grandes cantidades de estas sustancias.

Sin embargo, por razones de seguridad, Delegación de Gobierno rehusó especificar en qué medida se debe ese mayor éxito en la lucha contra el crimen organizado a la operatividad del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior y, en cambio, apuntó a un trabajo «colectivo» de todos sus efectivos humanos y recursos técnicos, incluidos medios marítimos, aéreos y terrestres.

El SIVE es una estación móvil, integrada por un vehículo dotado con un radar de vigilancia costera, sensores de visión nocturna y diurna y equipos de transmisión de datos. Este sofisticado dispositivo permite interceptar embarcaciones de un mínimo de diez metros de eslora a una distancia de 30 millas náuticas, e incluso visualizar cuántas personas se encuentran a bordo.