El conseller d'Interior, José María Rodríguez, se desplazó ayer a Eivissa. Foto: G.G.L.

«La mujer nos cerró la puerta y llegó a cortar la corriente de la puerta porque no quería saber nada. Al final, logramos hablar por teléfono con ella y fue cuando nos dijo que había sido una discusión de pareja y que no iba a denunciar».

Son declaraciones ante la juez de un policía que intervino en la madrugada del pasado 25 de febrero en la Vía Romana de Eivissa tras alertar los vecinos de un inmueble de la violenta pelea que se estaba produciendo junto a un coche y con al presencia de dos niños pequeños. El sospechoso, que en el juicio dijo «estar sólo evitando que su mujer se abalanzara contra él y continuara arañándolo», se enfrenta por esta supuesta agresión a nueve meses de prisión. Su mujer explicó en el juicio que se «asustó» al recibir un fuerte empujón contra el coche y que «por eso lo arañé».

Un suceso similar que también causó la alarma del vecindario ocurrió en la calle Pere Francés en la noche del 24 de febrero. Al menos dos personas llamaron a la policía al ver presuntamente cómo un hombre golpeaba en la cabeza a una joven y la empujaba hacia el interior de un coche. «No parecía una broma», explicó en el juicio del sospechoso uno de los testigos después de que se le comentara la explicación dada por la afectada. Ésta minutos antes había dicho: «Fue en broma. Me dio un manotazo en el cuello porque estaba muy nerviosa».

Una patrulla de policía localizó minutos después al sospechoso y a su coche en Isidoro Macabich y a la mujer en Vara de Rey con «la cara roja». Según la defensa, dicho enrojecimiento se debió a una alergia médica que sufre la afectada cuando se «pone muy nerviosa».