C.CUEVAS
Nueve meses de prisión, prohibición de acercamiento a la víctima, así como de porte y tenencia de armas durante dos años es la pena que piden tanto el fiscal como la acusación particular para T.B.H. por presunto maltrato psíquico a su esposa. Contra el acusado hay interpuesta otra denuncia por la misma mujer en la que él la amenazó «por vestir como una puta» y por no llevar el velo. Dicha denuncia originó la que se juzgaba ayer.

T.B.H, de origen magrebí, está acusado por su ex-esposa de maltrato psíquico ya que la amenazó presuntamente con matarla y con arrojarle salfumán, un ácido altamente corrosivo, a la cara y el cuerpo.

La pareja, que según él estuvieron juntos cinco años aunque ella mantiene que fueron tres, se separó en julio de este año. A partir de ese momento empezaron las amenazas y los merodeos de él por el domicilio que antes compartían y que pertenece a los padres de ella, siempre acorde a la versión de la víctima.

Sin embargo, el momento que desencadenó la denuncia fue hace un par de fines de semana cuando ella y el hijo de ambos se encontraban en una finca de Sant Carles, donde la pareja acostumbraba a ir para rezar los domingos. En esta propiedad hay caballos a los que el hijo de ambos y el resto de los niños suelen alimentar. El acusado llegó a la finca para hablar con la mujer, descubrió al niño con los caballos, pensó que corría peligro y la grita que lo apartara de los animales. Entonces iniciaron una discusión. Sin embargo, al siguiente domingo él volvió a reiterar que vigilara al crío, supuestamente empezaron de nuevo a discutir y fue entonces cuando él hizo alusión a que vestía como una occidental, no llevaba bien colocado el velo y se le podía ver el cabello. Según la víctima después de aquello sintió miedo e incertidumbre y se decidió a interponer una denuncia.

Sin embargo, la mujer aseguró ayer que las amenazas se iniciaron mucho antes, no sólo las de muerte sino también aquellas en las que el acusado supuestamente aseguraba que la iba a hacer perder su trabajo y a quemar su coche.

La defensa, en cambio, no percibe que exista maltrato psíquico. Tampoco comprende por qué si la separación se produjo en julio la víctima espero hasta noviembre para denunciar, por todo esto pidió la absolución para el acusado.