El siniestro tuvo lugar presuntamente en una casa cercana a la cárcel de Eivissa, en Sant Jordi.

Un constructor de la isla se enfrenta a tres años de prisión como supuesto responsable de las lesiones fatales que sufrió un antiguo trabajador suyo que quedó tetrapléjico presuntamente en una caída ocurrida en una obra sin licencia y donde los operarios no cumplían con ninguna medida de seguridad. La víctima pereció 18 meses después del accidente. El acusado tuvo que sentarse ayer en el banquillo del juzgado de lo Penal número 1 para responder de un supuesto delito de derechos contra los trabajadores y lesiones por el que presentaron cargos tanto el fiscal como la representación legal del fallecido. Asimismo, se reclaman para la familia del fallecido próximas al millón de euros.

El accidentare tuvo lugar el 29 de abril de 2003 cuando se hacían reformas en un cuarto de baño y en un tejado de una casa de la calle Salmó, ubicada en las proximidades de la cárcel de Eivissa, según el relato que hizo en su día la víctima. El constructor, sin embargo, aseguró en su juicio que cuando el operario fue hospitalizado éste no guardaba ya ninguna vinculación laboral con su empresa (Estructor SL) y que si le dio el alta en la seguridad social con carácter retroactivo un día después de su hospitalización fue para «cubrirle» a él y su familia, vistas también las relaciones de amistad que se atribuyó con el afectado. La defensa también argumentó que el operario objeto del juicio tenía problemas con las drogas y acudía periódicamente a las tiendas de la Marina y a las obras del acusado a pedirle dinero. Todo ello después de que le despidiera en 2002 tras faltar unas herramientas.

La Sala de lo Social del TSJ ratificó en su día la existencia de una relación laboral entre el acusado y la víctima. Esta última, antes de morir, explicó que la caída se produjo desde dos metros de altura cuando trabajaba para Oliver SL e intentó alcanzar el tejado de la vivienda sirviéndose como apoyo de un bloque que había en una ventana. El bloque se movió y el obrero cayó de espaldas, rompiéndose el arco posterior de una vértebra cervical. El forense confirmó que dicha lesión se debió a una caída.