La joven dependienta de la papelería Carlin, ubicada en la calle Sant Rafel de Sant Antoni, se llevó ayer por la mañana el susto de su vida. Como todos los lunes abrió el establecimiento a las diez de la mañana.

Detrás de ella entraron dos personas, al parecer dos hombres, protegidos con gorras y pasamontañas de los que sólo dejan los ojos al aire.

Uno de ellos empuñaba un machete. Mediante gestos amenazó a la empleada para que le entregara el dinero que había en la caja registradora. Mientras tanto, el otro asaltante se dirigió a las cámaras de seguridad y arrancó los cables para que no quedara ninguna imagen registrada.

La rapidez y eficacia con que actuaron hacen sospechar a la dependienta y a la propietaria del establecimiento que conocían el local perfectamente y que sabían muy bien lo que hacía.

La trabajadora entregó a los atracadores el botín, 700 euros correspondientes a la recaudación del fin de semana. La víctima resultó completamente ilesa. Tras el atraco avisó a la Policía Local de Sant Antoni, que se dirigió rápidamente al lugar. Los agentes informaron a la dependienta de que debía presentar denuncia en la Guardia Civil. La joven llegó a las dependencias del viejo Ayuntamiento, que funcionan como oficina de recepción de denuncias, a las 10,30 horas. Cuando explicó lo ocurrido, le dijeron que esperara en la cola de denuncias, como todo el mundo.