J.P.F.-D.M.
El presidente del Govern, Jaume Matas, anunció ayer la toma de medidas inmediatas para ayudar a los afectados por la «rissaga» que afectó la noche del jueves al puerto de Ciutadella que, según estimaciones iniciales, ha causado daños por valor de nueve millones de euros. Tras reunirse con los afectados por este fenómeno meteorológico, el más importante registrado desde 1985, el jefe del Ejecutivo autonómico apuntó que primero se procederá a evaluar los daños reales bajo la coordinación del ayuntamiento de Ciutadella. De forma inmediata, apuntó, se adoptarán medidas para ayudar a las empresas y profesionales afectados, con especial atención a los pescadores y quienes han visto dañada su actividad económica. Al respecto, anunció la incoación de un expediente de emergencia para concretar las primeras ayudas. Además, el puerto permanecerá cerrado al tráfico marítimo, tanto de mercancías como de pasajeros, mientras no haya la plena certeza de que se han retirado todas las barcas y yates que naufragaron. A mediodía de ayer los bomberos, agentes de la Policía Local, Protección Civil y voluntarios que intervienen en las tareas para la limpieza habían recuperado más de 40 embarcaciones con graves daños, algunas en situación de siniestro total. Los pescadores profesionales ha sido el colectivo más afectado, y algunos de ellos ya han anunciado que dan por concluida la temporada de pesca de langosta. Matas declaró: «Tras lo ocurrido debemos dar gracias a Dios porque no ha habido desgracias personales, ningún muerto, y sólo debemos lamentar importantes daños materiales». Añadió que «es una responsabilidad de todas las administraciones», por lo que tendrá que haber un acuerdo entre todas para ampliar el puerto de Ciutadella y garantizar la seguridad en el puerto que, a la vista de lo ocurrido, no existe».