El delegado del Gobierno en las Islas, Ramón Socías, explicó
ayer a los medios los detalles de este dispositivo para luchar
contra el tráfico de drogas a pequeña escala y el consumo de
estupefacientes, que ya ha dado pie a otras tres actuaciones en
Palma y una en Manacor, ademas de los casos ibicencos. En todos
ellos se incautaron pequeñas cantidades de marihuana y hachís.
«Que en tan pocos días haya habido ya tres intervenciones
demuestra la eficacia del plan», explicó ayer también el director
insular de las Pitiüses, José Manuel Bar.
Del total de policías nacionales que participarán en Balears en
este plan especial, 75 actuarán de uniforme con la finalidad de
disuadir la venta de drogas y 25 irán de paisano a fin de detectar
la distribución y consumo de estupefacientes en el entorno de los
centros docentes. Los 600 guardias civiles que se movilizarán en
este operativo tendrán horarios específicos en sus patrullas que
coincidirán con los recreos y la entrada y la salida de los
colegios e institutos, ya que son los momentos en los que «puede
haber más incidencia», indicó Socías.
Para la implantación de este plan, que tendrá una vigencia de
dos años, se ha diseñado un mapa de puntos de riesgo en los que se
ha detectado con anterioridad que se producía menudeo de droga, que
el delegado del Gobierno declinó hacer públicos para garantizar el
éxito del proyecto.
Los agentes adscritos a este programa cubrirán también las
actividades extraescolares que conlleven una importante afluencia
de estudiantes y su actividad se limitará al exterior de los
centros, excepto en los casos en los que éstos soliciten que actúen
en su interior. Éstas últimas siempre se realizarán con agentes de
paisano para evitar «situaciones violentas».
Con la idea de favorecer la articulación de este dispositivo, la
Delegación del Gobierno ha convocado tres reuniones para la próxima
semana en las que informará y pedirá la colaboración de las
asociaciones de padres y madres de alumnos, de la Conselleria de
Educación y las patronales del sector docente y de los
profesionales y sindicatos de la enseñanza. Una iniciativa similar
se llevara a cabo en las Pitiüses de la mano del director insular,
José Manuel Bar.
El desarrollo del plan se revisará cada tres meses, con el
objetivo de incidir en la eficacia de las actuaciones y comprobar
si es necesario aumentar las sanciones que se impongan. Este
programa ha sido diseñado para combatir el aumento del consumo de
drogas en las zonas escolares y la disminución de la edad en la que
los jóvenes se inician en el consumo de estupefacientes, si bien el
delegado del Gobierno se mostró convencido de que su aplicación
incrementará también la seguridad en estas áreas.
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