En los alrededores del centro social de Can Escandell se instalan jóvenes vendedores de hachís. | Marco Torres

Peleas, carreras de ciclomotores -a veces robados-, destrozos en las pistas deportivas, música y ruido de madrugada, tráfico de drogas en plena calle... La Asociación de Vecinos de San Pablo, que engloba los barrios de Can Escandell, Can Misses y Can Sans, ha denunciado una situación que, según su presidente, José María Hernández, «ya es inaguantable».

En respuesta, el concejal de Policía de Eivissa, Leopold Llombard, dijo ayer que «sí entran pandillas (en Can Escandell) y causan problemas, pero en lo referente al tráfico de drogas nosotros no podemos hacer nada, ya que es un asunto del Cuerpo Nacional de Policía, aunque si nosotros vemos algo por supuesto que tratamos de impedirlo».

Llombard considera que el barrio de Can Escandell, donde según Hernández se registran la mayor parte de estos incidentes, tiene problemas que «en comparación con otras zonas son mínimos» y, además, «es un barrio en el que se vive tranquilo».

Hernández asegura que la asociación que preside viene «denunciando estos problemas a las policías desde ya hace tres años y, cuando avisamos, envían patrullas y hacen controles, pero sólo están unos días». Al respecto, Llombard dijo que «se han realizado patrullas muchas veces y se siguen realizando».

En cuanto a las carreras de ciclomotores por las calles del barrio, Hernández dijo que «se trata de chavales de 12 años en adelante que hacen carreras con motos que muchas veces son robadas. Suele ocurrir en Can Escandell y Can Misses, porque Eivissa está controlada y aquí tienen pista libre».

«Les aconsejo que no se tomen la justicia por su mano, porque ésa es una competencia exclusiva de los jueces, ni siquiera de la policía», recomendó ayer Llombard.